Hace exactamente trece años era asesinado el padre Ragheed Ganni junto a tres diáconos, mártires de la Eucaristía.
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Sucedió hace 13 años, el 3 de junio de 2007. El padre Ragheed Ganni, de 35 años, contra las órdenes del Estado Islámico que había ocupado por la fuerza Mosul, acababa de celebrar la misa dominical.
“Te habíamos dicho que cerraras la iglesia, ¿por qué no lo has hecho?”, le gritó a bocajarro uno de los los barbudos combatientes del autodenominado Califato Islámico, que se presentaron en el templo al saber que los cristianos se habían congregado en el templo.
El sacerdote ya había recibido amenazas y atentados desde 2004 por ofrecer su servicio sacerdotal en la Iglesia del Espíritu Santo de Mosul. Sabía perfectamente lo que podía sucederle.
“La Casa de Dios no puede cerrarse”, respondió con sencillez al amenazador yihadista.
Junto al padre Ganni se encontraban tres subdiáconos que le habían asistido durante la liturgia dominical en rito caldeo: Basman Yousef Daud, Wahid Hanna Isho y Gassan Isam Bidawed. Este último estaba acompañado por su esposa..
La conversación no duró más. Los soldados de la Yihad obligaron a empujones a alejarse a la mujer. Cuando la mirada de esta había desaparecido, ejecutaron a sangre fría a los cuatro cristianos por el sólo delito de rezar en su iglesia.
Los asesinos abandonaron los cuerpos junto a la iglesia y los rodearon de explosivos para que nadie pudiera acercarse. La policía de Mosul tardó horas en desactivar las bombas. Ya, en la noche, las familias pudieron volver a abrazar el cuerpo sin vida de estos cuatro mártires.
Hacia la beatificación
Hace unos meses se ha tramitado en la Congregación para las Causas de los Santos, en el Vaticano, la causa de beatificación del padre Ragheed y de sus subdiáconos, figura todavía hoy vigente en la Iglesia caldea.
Hoy la Iglesia ya le reconoce con el título de “siervo de Dios”.
Dado que los hechos muestran a todas luces que su muerte fue un auténtico martirio, el proceso está siendo más sencillo. En el caso de los mártires, el procedimiento de la causa de beatificación no requiere el reconocimiento de un milagro atribuido a su intercesión.
La causa diocesana del proceso de beatificación concluyó en Irak el 27 de agosto de 2019 con el reconocimiento oficial del martirio.
Mártir de la Eucaristía
Ragheed Ganni nació en Karemlesh, el 20 de enero de 1972. Tras estudiar ingeniería en la universidad local, entró en el seminario y estudió teología en Roma, en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino, licenciandose en Teología ecuménica.
Además de árabe, hablaba italiano, francés e inglés. Al regresar a Iraq, sacaba tiempo de su ministerio sacerdotal para informar de lo que pasaba en Irak, como corresponsal de la agencia internacional “Asia News”, del Pontificio Instituto de las Misiones Extranjeras.
El 22 de abril de 2017, en la celebración de la memoria de los nuevos mártires, en la Basílica de San Bartolomé de Roma, el Papa Francisco vistió la estola roja con la que el padre Ganni celebraba la Eucaristía.
“Fue un auténtico mártir de la Eucaristía”, ha declarado en Vaticannews.va con motivo del aniversario del martirio del padre Ganni el sacerdote Rebwar Basa, seis años más joven, quien fue su alumno de Teología ecuménica en la universidad de Bagdad.
El sacerdote ha escrito el libro “Un mártir del Yihadismo. La historia del Padre Ragheed Ganni, asesinado en Irak”, publicado a nivel internacional por Ayuda a la Iglesia Necesitada.
El padre Gannni “resistió durante cinco años, y su última acción consistió en celebrar la santa Misa: dio la comunión a sus fieles e inmediatamente después fue asesinado. Dio su sangre por Jesús, por la Iglesia, por sus fieles. Fue verdaderamente un mártir de la Eucaristía”, concluye su antiguo alumno y biógrafo.