En un momento en que la mayor parte de España estaba bajo dominio musulmán, el cristianismo resistió y prosperó en el norte del país El Reino de Asturias, parte del actual norte de España, fue fundado en 718 por el noble visigodo Pelayo. Fue uno de los primeros estados cristianos establecidos en la península ibérica, en un momento en que los gobernantes musulmanes conquistaban gran parte de la España y Portugal actuales.
Durante el siglo IX, la mayor parte del sur de la península ibérica estuvo bajo dominio musulmán. Pero el cristianismo siguió prosperando en el Reino de Asturias, donde nació un nuevo estilo arquitectónico.
Conocido como el estilo prerrománico, se considera un modelo para las expresiones posteriores de la arquitectura cristiana en Europa. Los primeros ejemplos del prerrománico asturiano se elaboraron durante el Reino de Ramiro I (790 – 850). Los elementos clave de este estilo son el uso de la piedra arenisca y las innovaciones arquitectónicas que rompieron con el estilo visigodo anterior, como el uso del arco abovedado.
Estos son algunos de los ejemplos más notables de uno de los estilos más antiguos de arquitectura cristiana en Europa:
Santa María del Naranco
Terminada en 842 y consagrada en 848, esta iglesia formaba parte del Palacio Real del Rey Ramiro I construido en el monte Naranco, situado a tan solo 3 kilómetros de la localidad de Oviedo. Construido con piedra arenisca local, encaja perfectamente con el paisaje montañoso que lo rodea.
El uso de innovaciones arquitectónicas como el arco abovedado impresionó a muchos viajeros en ese momento. Se destacó en la Historia Silense, documento redactado en el siglo VIII para registrar la historia de Asturias, donde se afirma que Ramiro I construyó “un palacio sin madera, de construcción admirable y abovedado por debajo y por arriba”. La iglesia fue declarada monumento nacional en 1885 y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985.
San Miguel de Lillo
Originalmente erigida como basílica, esta iglesia sufrió daños estructurales en el siglo XII, pero algunas de sus características más antiguas han sobrevivido. Destacan las jambas del vestíbulo y la celosía de la ventana de la parte sur del edificio, esculpida en una única pieza de piedra arenisca. Este diseño más tarde se convirtió en un elemento básico del estilo románico en algunas partes de España.
San Julián de los Prados
Construida en 830 por orden del rey Alfonso II de Asturias en honor a los mártires cristianos egipcios Julián y Basilisa, esta iglesia contiene algunos de los ejemplos más notables del arte prerrománico. Estructurado como una basílica, con una nave y dos pasillos, presenta frescos de estuco que se han conservado increíblemente bien.
Estas pinturas tienen el esquema de color amarillo ocre y rojo carmesí típico del arte romano, pero contienen símbolos propios de la cultura asturiana, como flores rodeadas de motivos geométricos, lo que las convierte en ejemplos visuales de la influencia de ambas culturas en esta parte de España.
Cámara Santa de Oviedo
Parte de la catedral de Oviedo, que fue fundada por el rey Fruela I de Asturias en 781 y posteriormente ampliada por su hijo el rey Alfonso II, esta capilla fue creada como capilla personal del rey Alfonso II. Desde el exterior parece simple y austero, luciendo la cantería simple y árida típica de la arquitectura prerrománica.
Pero no te dejes engañar por este exterior sobrio. En el interior de la ermita, compuesta por dos naves superpuestas con bóveda de cañón, se conservan algunas de las reliquias doradas más impresionantes del Reino de Asturias, como la Cruz de los Ángulos, la Cruz de la Victoria y el Ataúd de Ágata de Oviedo. Por sus reliquias y su estilo arquitectónico, la Capilla fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998.
Disfruta de la belleza incomparable de Santa María del Naranco, en esta hermosa galería