En la audiencia general, el Pontífice pidió a los 500 fieles presentes rezar en silencio por padre Roberto Malgesini y por todos los sacerdotes, monjas, laicos que trabajan con los necesitados y descartados por la sociedad. El papa Francisco ha recordado hoy con dolor el asesinato del sacerdote italiano Roberto Malgesini, 51 años, que se ocupaba de migrantes, personas sin hogar y mendicantes.
“Me gustaría recordar en este momento a padre Roberto Malgesini, el sacerdote de la diócesis de Como (Italia) que ayer por la mañana fue asesinado por una persona necesitada a la que estaba ayudando, una persona enferma mental”.
El sacerdote iba en las mañanas (7 hora local) a dar de comer a los más pobres en la plaza principal de la ciudad de Como (Italia) cuando a la salida de la parroquia de San Rocco, donde vivía, fue apuñalado por el asesino confeso, que dormía en las camas puestas a disposición de los desamparados por la parroquia.
“Me uno al dolor y a la oración de su familia y de su comunidad y, como dijo su obispo, alabo a Dios por el testimonio, es decir, por el martirio, de este testimonio de caridad hacia los más pobres”.
Luego el Papa pidió a los presentes: “Rezamos en silencio por el P. Roberto Malgesini y por todos los sacerdotes, monjas, laicos que trabajan con los necesitados y descartados por la sociedad”.
El Papa en su saludo a los fieles italianos, les exhortó “a difundir por todas partes el mensaje de amor del Evangelio”.
Francisco rezó por los “ancianos, los jóvenes, los enfermos y los recién casados”. Luego recordó “recientemente celebramos en la Liturgia la Exaltación de la Santa Cruz. La Cruz, signo de fe en Cristo, sea para todos consuelo e imagen de esperanza inquebrantable”.
Por su parte, el obispo de Como Monseñor Oscar Cantoni, definió padre Roberto Malgesini como mártir de la caridad. “Nuestra Iglesia sufre inmensamente”. Esta muerte “nos ha enseñado que debemos acercarnos a los pobres sin distinción de origen o religión”. “Vivimos en la fe un profundo sentido de cercanía a quien podemos llamar mártir de la caridad”.
El obispo afirma que don Malgesini era “un sacerdote verdaderamente evangélico que se entregaba a todos con una sencillez de corazón y una gratuidad verdaderamente envidiable”.
A las puertas de la parroquia de San Rocco se han congregado tantas personas sin hogar para manifestar su dolor por la muerte del presbítero, a quien consideraban un ‘servidor de los pobres’ y un ‘amigo sincero’.