La depresión nos afecta a todos en algún momento de la vida. Ya sea de forma grave o algo más tenue, todos conocemos ese sentimiento de soledad y desconexión. Puede llevarnos por un camino oscuro, uno en el que hay poca luz al final del túnel. La buena noticia es que la oración, justo a una atención médica apropiada, puede ser una ayuda poderosa para sacar a una persona de las profundidades de la depresión y conducirla hacia una nueva vida de dicha cristiana.
A continuación una oración a san Judas Tadeo, un intercesor constante para todas las causas perdidas que quiere ayudarnos en nuestros momentos de necesidad.
San Judas, amigo de los necesitados,
estoy cansado del dolor, de no tener alegría, esperanza,
de no poder encontrar la luz que sé que está en mi alma.
Recurro a ti, mi intercesor.
Llévate este vacío y este dolor de mi corazón roto.
En tu compasión, ayuda a que mis lágrimas
me guíen hasta la paz de mi corazón.
Mucho tiempo he olvidado la bondad del mundo de Dios.
Sáname. Anhelo sentir la luz, sentir la dicha.
Envuélveme en el resplandor y no te contengas.
Prometo que, si recibo estos dones, los compartiré. Amén.