Una propuesta espiritual para dar espacio a la contemplación en tiempos de pandemiaVivimos tiempos de dolor y de incertidumbre. Muchos creen que Dios permanece escondido porque no interviene para quitarnos el mal.
Pero sabemos que Dios no puede intervenir en la libertad humana y que nuestros males en gran parte son causados por el pecado del hombre.
Y también sabemos que Dios está con nosotros y nos ayuda, como dice san Pablo en Romanos 8,28:
“En todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman”.
Encontrar a Dios en la incertidumbre
Estos tiempos que vivimos de confinamiento, de inactividad, de incertidumbre, de dolor y de crisis son tiempos en los que podemos buscar a Dios con más fuerza que nunca. Dios siempre se hace el encontradizo y está deseando que nos dejemos amar.
Sin embargo, esta búsqueda no siempre es fácil porque Dios permanece escondido en nuestro interior y nosotros no siempre nos recogemos para encontrarle, y le buscamos en sitios donde no está.
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Un guía: San Juan de la Cruz
San Juan de la Cruz es el gran maestro que nos guía en la búsqueda del Dios escondido.
Dice así el santo en su comentario al poema Cántico Espiritual:
“Puesto que está en mí el que ama mi alma, ¿cómo no le hallo ni le siento? La causa es porque está escondido, y tú no te escondes también para hallarle y sentirle.
Porque el que ha de hallar una cosa escondida, tan a lo escondido y hasta lo escondido donde ella está ha de entrar, y cuando la halla, él también está escondido como ella.
Como quiera, pues; que tu Esposo amado es el tesoro escondido en el campo de tu alma, por el cual el sabio mercader dio todas sus cosas(Mt, 13,44), convendrá que para que tú le halles, olvidadas todas las tuyas y alejándote de todas las criaturas, te escondas en tu retrete interior del espíritu (Mt. 6,6).
Y, cerrando la puerta sobre ti, es a saber tu voluntad a todas las cosas, ores a tu Padre en escondido; y así, quedando escondida con él, entonces le sentirás en escondido, y le amarás y gozarás en escondido, y te deleitarás en escondido con él, es a saber, sobre todo lo que alcanza la lengua y sentido.” Cántico B- Canción 1 punto 9.
Una oportunidad: la pandemia
Todos deseamos que la pandemia acabe lo antes posible, pero no dejemos pasar esta oportunidad en la que tenemos más tiempo de inactividad para recogernos en nuestro interior.
Todos los momentos de crisis nos enseñan. Estos momentos tal vez nos puedan llevar a buscar el tesoro escondido, dejar de buscarlo en lo exterior y buscarlo en nuestro interior.
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Y para esto nos puede ayudar mucho san Juan de la Cruz. Él mismo estuvo preso en una cárcel en Toledo más de ocho meses.
Dicen que la estancia donde le encerraron tenía seis pies de ancho y diez de largo, y sólo disfrutaba de un minúsculo rayo de luz que entraba por una saetera de tres dedos de ancho que estaba arriba. Para poder leer debía subirse a un banquillo.
Y ahí fue donde san Juan de la Cruz compuso su poesía Cántico Espiritual que trata del ejercicio del amor entre el alma y el esposo que es Cristo.
Amar cada vez más
San Juan supo aprovechar esos momentos de dolor e incertidumbre. Los utilizó para transformarse más, crecer en Amor y dejarnos su obra creativa que tanto nos ayuda.
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También nosotros podemos aprovechar esta oportunidad para buscar a Dios y encontrarnos con Él, dejarnos amar y enamorarnos.
Ese es al fin y al cabo el sentido de nuestra vida: el Amor. Y ninguna circunstancia, por difícil que sea, nos podrá separar del Amor de Dios…
Una manera de descubrir a san Juan de la Cruz, es recibir cada sábado una meditación inspirada en este gran maestro espiritual. Para inscribirse hacer clic aquí.
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