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En primavera, durante los meses más duros del confinamiento, le llegó la inspiración para escribir villancicos. Jamie Cullum publicó en 2020 su primer disco navideño The Pianoman At Christmas, con canciones originales, por un lado, y canciones de siempre con nuevos arreglos.
Cullum tenía claro que quería grabar un disco de Navidad. Su esposa llevaba años animándole a hacerlo. El mítico estudio de Abbey Road, el de The Beatles, sería el escenario de la grabación… y llegó la pandemia y trastocó todos los planes.
Pero, entonces con más empeño, el cantante se propuso hacer este álbum para que "el cuidado, la atención a los detalles y la alegría puesta en este disco aportaran algo de magia a estas Navidades", en palabras de Cullum.
"Está siendo un año muy extraño, lleno de tristeza y ansiedad por todas partes. Yo también me he sentido así. Tenía previsto ir de gira y, en cambio, he estado en casa con mi familia. Algo que, en sí mismo, ha sido maravilloso. Hemos podido disfrutar de momentos de mucha felicidad juntos. Ese es mi rayo de luz. En marzo y abril, me encontré escribiendo canciones navideñas en pleno confinamiento. Era de lo más reconfortante que pude hacer en medio de esa angustia colectiva", explica el músico.
Jamie Cullum es un artista británico que ha batido todos los récords del panorama jazz. Convencido de que este era su género musical, no sucumbió a quienes le desanimaron en sus comienzos porque le decían que el jazz no cala entre el gran público. Se equivocaban. Cullum tiene ya 9 discos en el mercado y numerosos premios musicales, además del reconocimiento de la industria musical, en general, y del mundo del jazz, en particular.
Un disco variopinto
Para este disco navideño, el cantante se ha rodeado de 57 músicos, aunque el título del álbum haga alusión a un solo "pianoman". Acompañado por esta big band y con muchos toques de jazz y algunos de bluegrass,
The Pianoman At Christmas, es un disco de villancicos variopinto. Algunas de sus canciones son muy pegadizas y ligeras, con referencias a Santa Claus y letras quizá poco religiosas.
Cullum no le da tanta importancia en las composiciones propias al sentido religioso de la Navidad, aunque quizá más sí al social y al hecho, en sus propias palabras, de que es "un momento del año que celebramos juntos con la familia".
"Pienso que el ser humano como colectivo intenta vivir una experiencia de unidad en la que reconocemos el paso del tiempo y celebramos que estamos aquí, vivos y que somos afortunados por ello". Quizá por eso en el tema It’s Christmas, Cullum invita a "arrojar las pequeñas diferencias a la chimenea, por favor".
El artista es sincero; y confiesa que, de alguna manera, a nivel humano, la Navidad tiene un componente de tristeza. Porque "nos recuerda a las personas que hemos amado y perdido". Y es lo que refleja en canciones como Christmas caught me crying; una canción que surgió de una reflexión: "no podemos ignorar que la tristeza forma parte de la Navidad. Si lo hiciéramos, la Navidad sería menos real y menos bella".
El mejor villancico de la historia
Entre las versiones con nuevos arreglos, sí destaca un villancico con un enorme sentido cristiano.
La canción describe con sobrecogedora ternura el nacimiento del Salvador desde la humildad de quien observa la escena; y se sabe pobre ante un Niño Dios al que solo puede ofrecer su corazón.
Se trata de “In the bleak midwinter”, un villancico de 1872 basado en un poema de la poetisa inglesa católica Christina Rossetti; al que el organista Harol Drake vistió con música décadas después. Durante las duras navidades de la I Guerra Mundial, se convirtió en el villancico que los soldados entonaban en las trincheras.
“In the bleak midwinter” fue votado en 2008 por músicos y directores de coro de Estados Unidos e Inglaterra como el mejor villancico de la Historia. En su disco navideño, Cullum lo versiona con delicadeza acompañado por un piano y algunos instrumentos de cuerda.