Fray Nelson Medina muestra cómo frente a la cruz de Jesús y frente a nuestras cruces descubrimos nuestra verdad
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El día en que Jesús murió -Viernes Santo- se mostró toda la bondad de Dios, pero también apareció de una manera impresionante la maldad humana. Porque la cruz es el momento de la verdad, como muchos hemos comprobado en estos meses de pandemia o en otros momentos de especial dificultad. Y Fray Nelson Medina explica magistralmente por qué:
Decimos que algo es crucial cuando es algo que define: vamos a tomar hacia arriba, hacia abajo, hacia la derecha, hacia la izquierda,… nos estamos arruinando o vamos a seguir. Pues la cruz es algo decisivo, es el momento de la verdad.
San Pedro
El apóstol san Pedro había hecho unas promesas bellísimas a Jesús. Pero cuando llegó el momento de la verdad, entonces se supo quién era discípulo y quién no. Estaba Pedro en un rincón, lejos, asustado, y al mismo tiempo sintiéndose profundamente culpable.
Poncio Pilato
O por ejemplo, Poncio Pilato. Los romanos se sentían muy orgullosos de su sistema de leyes y de derecho. Y lo cierto es que todavía en nuestra época se sigue enseñando el derecho romano. Se miraban a sí mismos como los civilizados, los que tenían un trato justo. No es costumbre nuestra condenar a un hombre porque sí, reconocían. Primero tiene que carearse con sus adversarios… Y todo ello estaba presente en Palestina a través del procurador, que era Poncio Pilato.
Y cuando llega el momento de la verdad, cuando le están presentando a Cristo como un revoltoso y él se da cuenta de que no es así y sin embargo lo condena… Su gesto hipócrita de lavarse las manos lo único que muestra es su cobardía y su conveniencia.
Yo
Pero la cruz es momento de la verdad también para cada uno de nosotros. Frente a la cruz deJesús y frente a nuestras cruces descubrimos nuestra verdad.
Decían los romanos: “El verdadero amigo se reconoce cuando la situación es compleja, dolorosa, problemática”. Es ahí donde se conoce la verdad.
Y por eso también nosotros en el momento del dolor descubrimos cosas de nuestro propio corazón que antes no habíamos descubierto.
Es posible que en este tiempo de pandemia hayamos llegado a descubrir en nuestro corazón temores, cobardía, egoísmo,… que no habíamos visto.
Pero lo más importante es que por encima de esas verdades nuestras brilla luminosa la compasión, el perdón transformador de Dios, maravillas del sacrificio de Cristo.
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