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Un colectivo artístico de Nueva York, llamado MSCHF, lanzó al mercado hace unos días “los zapatos de Satanás”, una edición limitada de 666 zapatillas Nike de color negro intervenidas.
Cada par tiene una suela donde colocaron tinta roja y una gota de sangre real (donada por los distintos integrantes del colectivo), una cruz invertida, un pentagrama y un llamado al versículo de Lucas 10, 18 (“Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo”).
En un comienzo, la gente pensó que se trataba de una colaboración con esta famosa marca deportiva, lo que generó mucha indignación y críticas a nivel de redes sociales (incluso hubo llamados a hacerle boicot). Así que rápidamente Nike hizo un comunicado donde no sólo aclaró que no era el caso, sino que, además, demandarían a este colectivo por infringir las leyes que protegen a las marcas y productos registrados.
En la demanda, Nike aclara: “MSCHF y sus zapatos de Satanás no autorizados pueden ocasionar confusión y crear una errónea asociación entre los productos MSCHF y Nike”. Un juez de la corte federal de Nueva York la aprobó.
La situación no se detiene aquí. Este colectivo artístico se había asociado realmente era con el rapero Lil Nas X, quien fue el que colaboró con el diseño, y el mismo día del lanzamiento de las zapatillas, justo antes de Semana Santa, estrenó el video de su canción: Montero (Call Me By Your Name).
Antes de buscarlo en YouTube, quiero advertirles de qué va (porque confieso que tenía tiempo que no me causaba una impresión tan grande un video musical, y sé que no es la primera vez que un artista se mofa de símbolos religiosos para su “arte”).
Para ponerles un poco en contexto, Lil Nas X es un rapero bastante famoso en Estados Unidos y en el 2019 se declaró gay. Según el propio cantante, creció en un ambiente religioso que “le hizo vivir avergonzado y con miedo” y con su canción Montero (su nombre real), quiso “celebrar su sexualidad y rechazar cualquier intento de hacerlo sentir menos”.
La pieza audiovisual es más que provocativa, el rapero desciende del cielo al infierno en un tubo de striptease (como si se tratase de un ángel caído); para hacerle un baile sensual a Satanás, a quien termina robándole sus cuernos para ponérselos en la cabeza.
Aún así, los 666 pares de zapatos (que cuestan $1,018 cada uno) se vendieron en menos de un minuto (aunque luego de la denuncia de Nike, no se sabe si realmente le podrán llegar a sus dueños).
Sé que quizá algunos lo vean como una simple excentricidad o una estrategia de mercadeo a la que es mejor no hacerle el juego, pero creo que es importante hablar de estos temas, sobre todo cuando tenemos a nuestro alrededor a adolescentes (que, por cierto, es la audiencia principal de Lil Nas X) que pueden sentir curiosidad por el lado oscuro.
Y es que no son sólo “objetos” lo que se está vendiendo, se está promocionado a Satanás, la idea del mal y atacando a los cristianos a nivel mundial. Se comercializa la venganza y el resentimiento. Se le saca provecho al sufrimiento humano (en este caso, tanto el del rapero como del que se ha sentido profundamente ofendido por estas zapatillas).
Es cierto que no sabemos por lo que pasó Montero en su niñez (el fanatismo es real y a veces han ocurrido hechos muy lamentables de maltrato), pero eso no puede ser licencia o justificación para, literalmente, bailar con el diablo.
Como dijo el Papa Francisco en el Ángelus del primer domingo de Cuaresma:
Los cristianos muchas veces nos quedamos callados ante las ofensas y quizá para algunos es mejor no seguir dándole publicidad a estos zapatos y video, pero ¿cómo podemos prepararnos y controlar las tentaciones o peligros si no les reconocemos primero? ¿Hasta qué punto es bueno quedarnos en voluntario silencio? ¿Cuándo la ignorancia se vuelve complicidad?
Me parece bien que Nike se haya pronunciado; sin embargo, creo que lo hizo muy tibiamente. No es que esperaba un manifiesto de índole religioso; pero creo que ahora más que nunca, los consumidores esperamos ciertos valores de las marcas que consumimos.
Uno de los mismos dueños de Nike, Phil Knight, dijo cuando ocurrió una polémica con una de sus campañas: “No puedes tener miedo de ofender a la gente. No se puede intentar ir por el medio del camino. Tienes que tener una postura”.
Aunque no comparto eso de no tener miedo de ofender, así tan absoluto, sí concuerdo que en ciertos temas no se puede andar de tintas medias. Por toda la polémica que se ha generado, creo que es más que evidente que esto va más allá del plagio de un diseño de zapatillas, sino todo el concepto detrás.
Además, no es la primera vez que este colectivo artístico hace esto. En el 2019 también sacaron “los zapatos de Jesús”, en cuya suela colocaron agua bendita del río Jordan.
Sin embargo, así como pienso que hay que denunciar y no quedarnos callados. También creo que es importante rezar por todas las personas que se han alejado de Dios. No sólo ser reactivos sino proactivos.
No hay que invertir más tiempo exponiendo a Satanás que el le dedicamos a Dios y a orar por aquellos que más lo necesitan, así lo hayan ofendido. Sin duda, no es coincidencia que todo esto pase en pleno período de Pascua.
Así que más que nunca recordemos durante estas semanas antes de Pentecostés que Jesús resucitó; que Satanás tienta en la tierra, pero su poder no es infinito como el de Dios (aunque a veces quiera hacer creer lo contrario); y que siempre es bueno rezar el rosario para combatirlo.