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Regalar a los niños libros de contenido espiritual, les ayudará a alimentar su alma y a prepararse mejor para recibir el sacramento de la Eucaristía

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El tiempo pascual, que suele coincidir con el mes de mayo, es época de celebrar bautizos, primeras comuniones y confirmaciones. La alegría de Jesús resucitado invade la vida de la Iglesia y la celebración de los Sacramentos.

Muchas familias preparan la recepción del Sacramento de la Eucaristía de sus hijos con todo detalle y cariño, pensando en todos los pormenores y organizando todo minuciosamente.

Sin embargo, ante la pregunta de familiares y amigos sobre qué regalo realizar a sus hijos, olvidan que un buen libro espiritual puede convertirse en el mejor obsequio para ellos: una Biblia, la biografía de algún santo o cualquier otra lectura que alimente su fe.

Los cristianos sabemos que el hombre “vive de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Dt 8, 3; Mt 4, 4). Por esta razón, leer la Biblia y otros libros de carácter espiritual es uno de los rasgos fundamentales de la vida cristiana. En consecuencia, los creyentes debemos alimentar asiduamente nuestra fe con la Palabra divina y con buenas lecturas.

Si revisamos la vida y palabras de algunos santos, son muchos los que han recomendado la lectura espiritual. Por ejemplo, San Juan Crisóstomo (+407) dice que “vosotros pensáis que la lectura de las divinas Escrituras es únicamente asunto de monjes, cuando la verdad es que vosotros tenéis mucha más necesidad que ellos de hacerla” (Hom. in Matth. 2,5).

También San Jerónimo nos recuerda que hay que “leer no como tarea, sino para alegrar e instruir el alma” (Ep. ad Demetriadem 130). Según él, la lectura espiritual es un modo de “tender las velas” al soplo del Espíritu Santo.

En el caso de Santa Teresa de Jesús, ella hacía oración con la ayuda de algún libro: “jamás osaba comenzar a tener oración sin un libro. Y muchas veces en abriendo el libro, no era menester más; otras leía poco, otras mucho, conforme a la merced que el Señor me hacía” (Vida 4,9).

Podemos seguir citando la experiencia de algunos santos, pero en definitiva se trata de señalar que no son necesarios muchos libros para sostener la vida espiritual. Y más en el caso de los niños de Primera Comunión, que en muchas ocasiones se inician en la lectura y no son aún capaces de leer y comprender completamente las lecturas académicas propuestas por sus educadores o las que podamos sugerirles en casa.

En consecuencia, en la lectura cristiana es mejor la calidad a la cantidad, y la profundidad a la extensión. San Ignacio de Loyola dice que “no el mucho saber harta y satisface el alma, sino el sentir y gustar de las cosas internamente” (Ejercicios 2).

En fin, leamos y recomendemos libros cristianos con intención de que nos vayan transformando y alimentando el alma. De igual forma, los niños que se preparan para recibir por primera vez a Cristo en la Comunión pueden comenzar a nutrirse con lecturas adecuadas a su edad y madurez.

Para facilitar esta elección, desde Aleteia hemos seleccionado algunos libros apropiados para que familiares, amigos o los propios padres les regalen. No es necesario recibir el libro el mismo día de la celebración. Quizás mejor entregárselo unos días antes, para disponer su corazón y que valore el tesoro que está a punto de recibir el día de su Primera Comunión.

1Colección Con ojos de Niño, de Noticias Cristianas Infantil

Esta colección de folletos para preparar la Primera Comunión y la confesión, sirven también para que los niños aprendan a vivir la fe con lecturas e ilustraciones a su alcance.