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Cada primer fin de semana del mes de mayo, cuando se aproxima la festividad de San Leopoldo Mandic, los Hermanos Franciscanos Capuchinos de Paraguay realizan una tradicional bendición de vehículos en Asunción.
El pasado sábado 8 de mayo, se realizó una nueva jornada de bendición de vehículos, por segunda vez en "modo Covid".
Largas filas de vehículos se congregan sobre la Avenida Perón de Asunción para poder recibir el beneplácito en una jornada que se vive con mucha alegría y esperanza.
Familias enteras acudieron hasta las inmediaciones de la casa de los Capuchinos en Asunción para bendecir sus medios de transporte. Incluso llegaron algunos niños a bordo de sus cochecitos, mientras que otros se asomaron en bicicletas y motos.
La congregación de los Hermanos Franciscanos Capuchinos de Paraguay tuvo su origen en el en la provincias de Paraná y Santa Catarina, Brasil, donde la bendición de los vehículos se realiza cada primer viernes del año desde hace 60 años.
Al respecto, el hermano Valentín Pesente explicó en comunicación con Aleteia que la misma tradición fue trasladada al Paraguay, pero en una fecha próxima a la festividad de San Leopoldo de Mantic, patrono de la congregación.
“En el Brasil había una creencia de que el primer viernes del año era un día malo y por ello fue que los hermanos capuchinos decidieron realizar esta bendición para trasformar esa creencia en bendición. En Paraguay dese hace 20 años se realiza esta bendición”, refirió.
El hermano capuchino señaló que el sentido de la bendición de los autos, un bien material, es el agradecimiento a Dios por contar con un medio de transporte. Agregó que la jornada también se aprovecha para generar conciencia en los conductores sobre el valor de la vida y la importancia del respeto a las normas de tránsito.
Pesente explicó que la bendición de los vehículos no es una casualidad y que se fundamenta en una experiencia atribuida a San Leopoldo de Mantic.
“Una vez, cuando él volvía en una carrosa de la estación de tren de Padua hasta el Convento, pasando por una calle angosta se encontró con el tranvía y no podían caber ambos. Entonces fue que él se invocó a la Virgen María y parece que ella hizo un milagro para que pueda pasar la carroza y el tranvía”, relató.
El hermano capuchino comentó que la carroza que es parte de esta historia permanece en exposición en el Santuario de Padua, Italia.
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Los Hermanos Capuchinos se encuentran instalados en el Paraguay desde hace 33 años y cuentan con varias obras sociales.
La congregación está instalada en las ciudades de Asunción, Manuel Frutos, Ciudad del Este y Mariano Roque Alonso.
La casa San Pío acoge a ancianos en situación de calle y ayuda con canastas básicas de alimentos. Asimismo se cuenta con una farmacia solidaria.
Por otro lado, los capuchinos realizan labores pastorales en el Vertedero Cateura, una de las zonas más pobres de Asunción.
Además cuentan con una Casa de la Misericordia que trabaja con niños pobres en Ciudad del Este. También se cuenta con el programa Gotas de Paz, con el que se busca hacer llegar el mensaje de Dios por diferentes medios de comunicación.