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Peyo es un caballo de 14 años que su propietario, Hassen Bouchakour, empleaba en espectáculos de doma. Era distante y reacio al contacto de seres humanos. Sin embargo, Bouchakour descubrió algo sorprendente: Peyo tiene la capacidad para acercarse y detectar a personas enfermas de cáncer, Alzheimer y otras patologías. Este año, además, Peyo es noticia por ser protagonista de una foto excepcional.
La asombrosa habilidad de Peyo no solo sirve para diagnosticar enfermedades que aún no han dado la cara. También se ha comprobado que puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los enfermos de un hospital. Incluso, en algunos casos, se ha podido reducir la medicación a los enfermos.
Peyo está en Francia. Ya se le conoce como "el doctor Peyo". Concretamente "trabaja" en el hospital de Calais y otros cuatro centros hospitalarios en Dijon, El Havre, Niza, Antibes. El personal conoce al caballo, que entra en el edificio, sube al ascensor y decide en qué habitación entra.
Así como en la doma era reticente al contacto con humanos, ahora todo es diferente. Se muestra cercano y cariñoso con los enfermos, y les lame las zonas donde el paciente tiene la lesión. "Es un caballo que tiene un comportamiento diferente ante personas frágiles", explica Bouchakour.
Aleteia había hablado de Peyo en 2018:
La equinoterapia se viene utilizando desde hace muchos años como terapia. Pero el don de Peyo (pronunciado "peyó") para detectar enfermedades y su capacidad para ser parte del tratamiento en enfermos hospitalizados hacen que esté siendo estudiado científicamente por expertos en cuidados paliativos, geriatría y pediatría. En Calais participa en sesiones de terapia asistida de la Unidad de Cuidados Paliativos Séléne.
La visita de Peyo es un punto positivo en el día a día de los enfermos de estos hospitales franceses, mientras que abre horizontes esperanzadores para la medicina.
Hassen Bouchakour está extremadamente satisfecho con el cambio de tareas que le propició su caballo. Él tiene 31 años y lleva 7 años adiestrando a este semental. Peyo está adiestrado de forma que nunca hace sus necesidades en el hospital y se provee de tratamiento antiparasitario cada vez que acude a una visita.
Para los enfermos, Peyo procura compañía, rebaja la sensación de soledad y alivia el dolor psíquico y físico.
Una imagen de Peyo tomada por el fotógrafo Jeremy Lempin y titulada “Doctor Peyo and Mister Hassen” fue nominada este año para el World Press Photo en la categoría de Asuntos Contemporáneos. Es la que encabeza este artículo.
En la fotografía se ve a Peyo junto a Marion, una joven madre que tiene cáncer metastásiso, y a su hijo Ethan, de 7 años.