A las 17:45 horas, de esta tarde, 31 de mayo, en los Jardines Vaticanos, el papa Francisco ha presidido el rezo del Rosario ante la imagen de la Virgen María Desatanudos, como conclusión del maratón de oración con el lema “La Iglesia hacía sin cesar oración a Dios” (Hechos 12,5) para invocar el fin de la pandemia. Él dijo:
Al final de la celebración tuvo lugar la ceremonia de coronación de la imagen de la Virgen por parte del papa Bergoglio.
En la última jornada de oración por el fin de la pandemia en el Vaticano, el papa Francisco rezó delante de la imagen con esta particular representación de la Virgen que se encuentra en Augsburgo (Alemania).
Es la imagen de Nuestra Señora Knotenlöserin (María, la que desata los nudos); una copia idéntica de la pintura al óleo sobre lienzo realizada por el pintor alemán Johann Georg Melchior Schmidtner hacia 1700, que actualmente se encuentra en la iglesia de San Pedro am Perlach.
El rezo del Rosario comenzó con una solemne procesión en los Jardines Vaticanos del icono de la Virgen María Desatando los Nudos.
Estuvo dirigida por el obispo de Augsburgo, monseñor Bertram Johannes Meier.
Lo acompañaron niños que recibieron la Primera Comunión de la parroquia de Santa Maria della Grotticella de Viterbo.
También los niños confirmados en la parroquia de San Domenico di Guzmán y un grupo de scouts de Roma, algunas familias y algunos religiosos que representaban a todo el Pueblo de Dios.
La procesión estuvo animada por el coro de la diócesis de Roma y el grupo de bandas de Arcinazzo Romano.
Se alternaron en la oración algunos jóvenes de Acción Católica, familias compuestas por recién casados o que esperan un hijo y una familia de personas sordas en la que ha nacido una vocación religiosa.
El Papa siempre ha demostrado una fuerte devoción por esta imagen mariana y ha difundido su culto especialmente en Buenos Aires y Argentina.
El cuadro representa a la Virgen intentando desatar los nudos de una cinta blanca sostenida por dos ángeles, rodeada de escenas bíblicas que remiten a imágenes de esperanza, misericordia y victoria sobre el mal.
En esta ocasión, el obispo de Augsburgo regaló al Papa una copia única del icono original de la Virgen conocida en toda Baviera.
La elección de esta imagen quiere representar una oración especial para que la Virgen interceda para "disolver" el sufrimiento que ha atado al mundo en este tiempo de crisis sanitaria. Además de económica, psicológica y la crisis de las relaciones sociales.
El Papa confió a la Virgen cinco intenciones de oración, cinco "nudos" a desatar, para alimentar la esperanza en los hombres.
1. Las relaciones sociales
El primer nudo que hay que desatar es el de las relaciones heridas, la soledad y la indiferencia, que se han profundizado en este tiempo, según cuentan los organizadores.
2. El desempleo femenino
El segundo nudo es el del desempleo, con especial atención al desempleo juvenil, al femenino, al de los padres de familia y al de los que intentan defender a sus empleados.
3. La violencia y la familia
El tercer nudo está representado por el drama de la violencia, en particular la que se origina en la familia, en el hogar dentro de las paredes de la casa, hacia las mujeres o deflagrada en las tensiones sociales generadas por la incertidumbre de la crisis.
4. La ciencia y el progreso
El cuarto nudo se refiere al progreso humano, que la investigación científica está llamada a apoyar, poniendo en común los descubrimientos para que sean accesibles a todos, especialmente a los más débiles y pobres.
5. La pastoral
El quinto nudo que hay que desatar es el de la pastoral: las Iglesias locales, las parroquias, los oratorios, los centros de pastoral y de evangelización pueden recuperar el entusiasmo y el nuevo impulso en toda la vida pastoral y los jóvenes pueden casarse y construir una familia y un futuro.
La iniciativa, nacida del deseo del Papa, fue promovida por el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización y contó con la participación de treinta santuarios marianos de todo el mundo que, a su vez, dirigieron el rezo del Rosario por toda la Iglesia todos los días de mayo, mes tradicionalmente mariano.
El maratón de oración fue inaugurado el pasado 1 de mayo por el obispo de Roma ante la imagen de Nuestra Señora del Socorro, en la Capilla Gregoriana de la Basílica Vaticana.