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La tradición sostiene que algunos de estos iconos fueron pintados por el mismísimo san Lucas. Sin embargo, aunque los historiadores han demostrado que no es así, estas imágenes, a menudo milagrosas, señalan a la que podría ser la tradición mariana más antigua del Mediterráneo.
En el cruce entre Europa, el norte de África y Oriente Medio, Malta no ha sido solamente una cuna de las civilizaciones mediterráneas, sino uno de los escenarios decisivos en los que la identidad europea se ha forjado, una y otra vez, a lo largo de los siglos. Desde los griegos a los romanos, pasando por los normandos y los moros, muchos han intentado controlar el archipiélago maltés, para terminar siendo derrotados por los orgullosos locales. Hoy en día, sus múltiples sitios históricos de patrimonio cristiano reflejan el pasado y el presente multicultural de las islas, por lo que ofrecen a los visitantes una auténtica visión de la universalidad del mensaje cristiano en general y de la rica historia y la arraigada fe de Malta en particular.
De hecho, la devoción mariana en la isla de Malta se remonta a los principios del cristianismo. Algunos propondrían que se remontaría incluso al famoso naufragio de Pablo en la isla, según cuenta el relato bíblico de los Hechos de los apóstoles.
Es bien sabido que el Nuevo Testamento dice poquísimo, casi nada, sobre cómo era el aspecto de Jesús. Tampoco dice nada sobre el aspecto de los apóstoles. Y lo mismo sucede con María: no hay ninguna escritura cristiana de tiempos apostólicos que ofrezca detalle alguno sobre su apariencia. Por eso no es de extrañar que los artistas hayan tenido que apoyarse, desde el mismo amanecer de la cristiandad, en el canon artístico de su época en vez de en el testimonio escrito de las primeras comunidades cristianas cuando tenían que representar en iconos o frescos a su Mesías o cualquier otro personaje considerado de relevancia.
La tradición sostiene que uno de esos primeros artistas era también el médico responsable de la autoría de uno de los Evangelios, el escriba de Pablo y su compañero a lo largo de sus viajes apostólicos: el mismo Lucas. Las Iglesias orientales lo consideran el “iconógrafo” original, el responsable de “escribir” el primer icono de la Santísima Virgen María. De hecho, Lucas viajaba con Pablo cuando el navío naufragó frente a la costa noroeste de Malta y pasaron allí los innavegables meses de invierno. La presencia de Lucas en el archipiélago maltés podría explicar por qué hay artefactos históricos y tradiciones orales que ofrecen evidencias de una devoción mariana muy temprana extendida por estas islas.
Es más, a Lucas no solo se le atribuye tradicionalmente la autoría de la primera imagen mariana de la cristiandad: su Evangelio es también el más mariano de todos y está repleto de las semillas de lo que más tarde se convertiría en desarrollos teológicos marianos completos. Las tradiciones maltesas consideran que es probable que Lucas hablara a los isleños sobre la Madre del Salvador. A continuación, queremos presentarte una colección de los múltiples iconos marianos legendarios de Malta.
Artículo escrito por Jean Pierre Fava y amable y pacientemente revisado por Mons. Dr. Edgar Vella, curador del museo de la catedral metropolitana de Mdina.
11.- La Odighitria en el Santuario Mariano Nacional de Mellieha
Según cuenta una tradición, esta conmovedora imagen de la Santa Madre vestida con tela púrpura y sosteniendo al Niño Jesús en sus brazos fue pintada directamente sobre la roca por el evangelista Lucas en el 60 d. C., cuando llegó a Malta con san Pablo. Una evaluación reciente por historiadores del arte muestra que la versión actual del icono fecha del siglo XIII. El estilo del mural revela elementos clásicos de la iconografía bizantina. La Santísima Virgen María está representada como una figura majestuosa, vistiendo el color de la realeza (el morado) y mirando al espectador con ojos orgullosos. Una flor sobre su frente simboliza su virginidad, mientras su dedo señala al Niño Cristo como fuente de salvación. Esta disposición pictórica, conocida como Virgen Odighitria (“la Virgen que muestra el camino”), era típica de los iconos marianos bizantinos durante los siglos XI y XII. Desde su creación, el icono ha atraído a peregrinos de todo el mundo, incluyendo al papa Juan Pablo II, que, como es sabido, rezó frente al icono en 1990. Junto con otros veinte santuarios marianos, el santuario nacional de Mellieha es parte actual de la Red Mariana Europea. Es muy probable que la práctica cristiana, en este lugar y en la iglesia-cueva que da cobijo a este icono, sea considerablemente más antigua que el icono sículo-bizantino del siglo XIII. Ciertamente, un relato tradicional confirma este hecho y cuenta que, en 409 d. C., una serie de obispos católicos visitaron la reverenciada cueva y la consagraron como una iglesia. Esto sucedió muy cerca del concilio de Éfeso de 431 d. C., cuando la Virgen María fue universalmente reconocida y aclamada como Theotokos, (Madre de Dios Cristo, Mater Dei en latín). Por tanto, es posible que el actual icono de la Mater Dei no sea el primer icono de la Virgen presente en este lugar sagrado.
El Santuario Nacional de Nuestra Señora de Mellieha, de la archidiócesis de Malta. http://thechurchinmalta.org/en/posts/56510/the-national-shrine-of-our-lady-of-mellieha
* “The Icon of Our Lady of Mellieha: A Journey through the multi-disciplinary conservation Project”, Valentina Lupo y Maria Grazia Zenzani (Atelier del Restauro Ltd.). Treasures of Malta, n.º 67, Navidad 2016, volumen 23, número 1.
2La Virgen de San Lucas, en la catedral metropolitana de Mdina
Este icono que representa a la Virgen con el Niño Jesús en brazos en la catedral metropolitana de San Pablo, en la antigua capital maltesa de Mdina, debe su nombre a la antigua creencia de que san Lucas es su autor, en el siglo I. Sin embargo, los historiadores del arte coinciden ahora en que probablemente está fechado en un momento posterior de la historia cristiana, probablemente el periodo medieval. Su presencia en la catedral puede rastrearse hasta 1588 al menos. Este icono desempeñó un papel fundamental para los creyentes locales. El icono de Virgen y el Niño también salía anualmente en procesión en Mdina como agradecimiento por la victoria en el Gran Asedio de 1565. En 1604, el obispo local Gargallo decidió colocarla en el altar mayor de la catedral. También cubrió el icono con una lámina de plata que dejaba visible únicamente los rostros de la Santísima Virgen María y su Niño Jesús. La orden de Gargallo se ejecutó debidamente, ya que en 1615 este icono presidía el altar mayor bajo el gran políptico de San Pablo. En 1618, el obispo Cagliares consideró prudente colocar el Sagrado Sacramento en el Altar Privilegiado dedicado entonces a Nuestra Señora “del Soccorso”, y la Virgen de san Lucas apareció en este altar, por primera vez, en los registros de la Visita Pastoral de 1634. La referencia más antigua a la catedral en Mdina data de 1299*. Sin embargo, la catedral barroca actual se construyó entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, después de que la antigua quedara gravemente dañada en un terremoto que golpeó Sicilia y Malta en 1693. Una vez construida la nueva catedral, este precioso icono conservó la misma ubicación privilegiada que le concedió el obispo Cagliares. Se colocó en el altar de la capilla del Sagrado Sacramento, donde permaneció desde entonces. En 1898, el papa León XIII autorizó la coronación oficial de la “Madonna de san Lucas”.
* Cartas del papa Gregorio Magno a Lucillus, obispo de Malta, fechadas entre 592 d. C. y 599 d. C., muestran que Malta ya tenía una comunidad cristiana plena con su propia Iglesia y obispo. La historia popular cuenta que, después del naufragio de san Pablo y su estancia en Malta (60 d. C.), Publio, el gobernador romano, se convirtió en el primer obispo de Malta.
3Iconos marianos de la Iglesia católica griega
El icono del siglo XII de “Nuestra Señora de Damasco” (Damaskinì, conocida en Malta como la Damaxxen) y el icono del siglo XIV de “Nuestra Señora de la Misericordia” (Eleimonitria) fueron traídos a Malta por refugiados cristianos que escaparon de la isla griega de Rodas tras las invasiones islámicas. Aquí, los dos iconos encontraron un refugio seguro en la iglesia católica bizantina griega de Nuestra Señora de Damasco. Ambos iconos muestran un patrón de colores típico de los iconos sirios: dorado y morado oscuro, y representan a la Santísima Virgen María mirando directamente a los ojos del espectador mientras sostiene al Niño Jesús en su brazo izquierdo. Sin embargo, la Eleimonitria parece que siempre ha estado en Rodas en su propia iglesia. Por otro lado, el icono más antiguo se veneraba originalmente en Damasco (Siria), de donde tomó su nombre. Se dice que llegó a Rodas en circunstancias milagrosas en 1475. Desde el principio, la Damaskinì se asoció íntimamente al otro icono milagroso, la Eleimonitria. Por ejemplo, cuando los turcos sitiaron Rodas en 1522, los dos iconos fueron llevados, por seguridad, a la iglesia de San Demetrio dentro de los muros de la ciudad. Los Caballeros de San Juan tenían una gran veneración por los dos iconos de la Madre de Dios, al igual que la población local maltesa. El gran maestro Jean Parisot de La Valette, en particular, era un ferviente devoto y rezaba regularmente ante el icono damasceno, en especial durante el Gran Asedio de 1565. Cuando se levantó el asedio, el agradecido gran maestro rezó ante el icono de Nuestra Señora en la iglesia griega (por entonces en Birgu, y también llamada Vittoriosa por la victoria del Gran Asedio) y allí presentó su sombrero y su espada como ofrendas votivas y gesto de gratitud. Aún se encuentran allí, aunque la iglesia griega está en La Valeta desde 1832.
* Borg V., Various Marian Devotions – The Damascena. Marian Devotion in the Islands of St. Paul. 1983. The Historical Society, 1983 [http://maltahistory.eu5.net/md/MD20.html]
* Buhagiar M., The Virgin of Damascus in the Greek Catholic Church, La Valeta, Malta: The Shared Veneration of a Miracle-Working Icon. Departamento de Arte e Historia, Universidad de Malta
44.- Los iconos de la Santa Virgen de Philermos (Virgen Negra de Malta) y la Virgen de Caraffa en la concatedral de San Juan
La magnífica concatedral de San Juan en La Valeta alberga la capilla de la Virgen de Philermos (también conocida como Panagia Filevremou, Santa Virgen de Filermo o Philerme, y Virgen Negra de Malta), construida para dar cobijo al icono de la Virgen de Philermos. Esta capilla también es la capilla del Sagrado Sacramento. El icono vino a Malta con los Hospitalarios (Orden de San Juan), conocida hoy como Soberana Orden Militar de Malta (S.M.O.M.), tras ser derrotados en Rodas y expulsados. Según la tradición, el icono había sido traído a Rodas por un peregrino que regresaba de Tierra Santa. La Orden de San Juan consideraba dos imágenes sagradas como sus reliquias más santas: la mano de san Juan, un regalo del sultán turco al gran maestro tras la caída de Jerusalén, y la Virgen de Philermos. Los Caballeros consideraban que este icono era milagroso. La Virgen de Philermos era venerada por la Orden desde su establecimiento en Rodas en 1307. Cuando Malta se rindió ante Napoleón en 1798, Panagia Filevremou fue despojada de sus preciosos ornamentos y acompañó al gran maestro Hompesch al exilio*. En la actualidad, la capilla del Santo Sacramento conserva otro icono glorioso: el icono revestido de plata de la Virgen de Caraffa, que es sacada en procesión cada año en el Día de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre. La Virgen de Caraffa fue donada a la iglesia conventual por el prior fray Girolamo Caraffa. Su ubicación original era el tondo sobre el retablo de Mattia Preti de la coronación santa Catalina en la capilla de la Lengua italiana. Después de que se llevaran a la Virgen de Philermos en 1798, la Virgen de Caraffa fue reubicada en la capilla de la Virgen de Philermos.
* Tras abandonar Malta, dieron el icono al zar Pablo I de Rusia, que había sido elegido gran maestro de la Orden. Durante la revolución rusa de 1917, el icono fue sacado de Rusia y dado a la zarina María Fiódorovna, quien lo conservó hasta su muerte. Después de otras vicisitudes, fue confiado por el clero ortodoxo ruso al rey Alejandro de Yugoslavia, que lo mantuvo en Belgrado. En tiempos de la invasión alemana de 1941, fue extraído de la capital y llevado a Montenegro. Después, parece perderse el rastro. Recientemente, fue encontrado en Montenegro, conservado en el Museo nacional. Parece que, visto el avance de los alemanes, el icono fue confiado al monasterio. Durante el mandato de Tito, la policía logró apoderarse del icono y lo llevó a Belgrado. Finalmente, el Gobierno decidió devolverlo a Montenegro y se conserva en la actualidad en el Museo nacional.
* “Restoration Of St John’s Co-Cathedral now focusing on ‘Black Madonna’ chapel”. The Malta Independent, 23 de agosto de 2009.
[https://www.independent.com.mt/articles/2009-08-23/local-news/Restoration-Of-St-John’s-Co-Cathedral-now-focusing-on-‘Black-Madonna’-chapel---262327] Último acceso: enero de 2021
* Zammit Cabaretta A. The Order of St. John and the Devotion to the Blessed Virgin Mary. Marian Devotion in the Islands of St. Paul. 1983. The Historical Society, 1983
[http://maltahistory.eu5.net/md/MD22.html] Último acceso: enero de 2021
5Icono de Nuestra Señora de las Victorias en la capilla de Nuestra Señora de las Victorias
En la iglesia de Nuestra Señora de las Victorias en la capital de Malta, La Valeta, puede encontrarse un icono bizantino de origen desconocido. La historia tradicional sostiene que fue entregada a la iglesia por el gran maestro Adolf de Wignacourt (1601-1622 d. C.). El icono tiene un rostro de cobre delicadamente pintado y un recubrimiento de plata finamente grabado. Esta iglesia se erigió en 1567 como agradecimiento a la Virgen María por su ayuda en la lucha contra los invasores islámicos durante el Gran Asedio de 1565. La iglesia se construyó en el lugar donde se celebró una ceremonia religiosa para inaugurar la colocación de la piedra fundacional de la nueva ciudad de La Valeta el 28 de marzo de 1566. Durante sus primeros 10 años, la iglesia sirvió como primer lugar de culto de los legendarios caballeros de la Orden de San Juan. El 21 de agosto de 1568, el gran maestro Jean Parisot de La Valette (1495-1568 d. C.), que financió de su propio bolsillo la construcción de esta iglesia, falleció tras una grave insolación mientras cazaba en la bahía de San Pablo. Originalmente, fue enterrado en su querida iglesia, pero más tarde sus restos fueron enterrados en la iglesia conventual de San Juan. En 1716, el artista maltés Alessio Erardi recibió el encargo del gran maestro Ramon Perellos y Roccaful de pintar los techos abovedados con unas magníficas escenas que representan el ciclo vital de la Santísima Virgen María.
En la iglesia de Nuestra Señora de las Victorias en la capital de Malta, La Valeta, puede encontrarse un icono bizantino de origen desconocido. La historia tradicional sostiene que fue entregada a la iglesia por el gran maestro Adolf de Wignacourt (1601-1622 d. C.). El icono tiene un rostro de cobre delicadamente pintado y un recubrimiento de plata finamente grabado. Esta iglesia se erigió en 1567 como agradecimiento a la Virgen María por su ayuda en la lucha contra los invasores islámicos durante el Gran Asedio de 1565. La iglesia se construyó en el lugar donde se celebró una ceremonia religiosa para inaugurar la colocación de la piedra fundacional de la nueva ciudad de La Valeta el 28 de marzo de 1566. Durante sus primeros 10 años, la iglesia sirvió como primer lugar de culto de los legendarios caballeros de la Orden de San Juan. El 21 de agosto de 1568, el gran maestro Jean Parisot de La Valette (1495-1568 d. C.), que financió de su propio bolsillo la construcción de esta iglesia, falleció tras una grave insolación mientras cazaba en la bahía de San Pablo. Originalmente, fue enterrado en su querida iglesia, pero más tarde sus restos fueron enterrados en la iglesia conventual de San Juan. En 1716, el artista maltés Alessio Erardi recibió el encargo del gran maestro Ramon Perellos y Roccaful de pintar los techos abovedados con unas magníficas escenas que representan el ciclo vital de la Santísima Virgen María.