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En el departamento de Salto, uno de los sitios más famosos en Uruguay a la hora de elegir descansar y ubicado a unos 500 kilómetros de Montevideo, se encuentra “Altos del Arapey Club de Golf & Hotel Termal”.
Se trata de un resort categoría cinco estrellas situado en las Termas del Arapey y se lo presenta en su sitio web como “uno de los mejores resorts termales de la región, único en el país en conjugar termas, campo de golf, spa y un exclusivo sistema ‘All Inclusive’”.
El hotel cuenta con un propio pozo termal, piscinas abiertas a diversas temperaturas, una cerrada, además de diversos servicios que van desde lo gastronómico hasta propuestas para pasar días de descanso y confort en familia.
Sin embargo, en medio de estas características y diversas propuestas propias de un hotel de lujo surge una curiosidad cargada de humilde devoción: nada más ni nada menos que una capilla dedicada al Sagrado Corazón de Jesús.
Es posar la mirada sobre esta capilla –inaugurada en junio de 2019- para quedar paralizado por tanta belleza. Detrás de esta construcción, que tiene como protagonista al Sagrado Corazón, hecha básicamente con piedras, hay un motivo muy personal. Así lo reconoció en diálogo con Aleteia Jorge Bartesaghi, el hombre que ideó este hotel cinco estrellas y su capilla.
A la hora de ser consultado sobre la elección de la dedicación de la capilla, Bartesaghi expresó:
La atención pastoral de esta capilla dedicada al Sagrado Corazón de Jesús está dada por la comunidad de los padres Pobres Siervos de la Divina Providencia que están en Colonia Lavalleja, localidad ubicada a 80 kilómetros de Termas. Si bien se trata de una capilla privada dedicada al Sagrado Corazón, hace unos años se llegó a un acuerdo con el Obispado local para que fuera de uso público.
Así lo confirmó en diálogo con Aleteia el padre de origen italiano Vittorio Consolaro. Este sacerdote actualmente reside en Paraguay, pero fue quien estuvo presente en el lugar en el tiempo que surgió el sueño de Bartesaghi del nuevo hotel y posterior capilla, además de haber acompañado no solo el momento en que fue bendecida, sino también el proceso de construcción.
Actualmente, debido a la pandemia, entre otros factores, los oficios religiosos en esa capilla suelen ser remotos.
Quien actualmente oficia como sacerdote de la zona y está vinculado a la capilla como miembro de los Pobres Siervos de la Divina Providencia es el padre Rosalino, de origen brasileño.
Fue él quien también confirmó a Aleteia que previa coordinación con los dueños es posible oficial misas, además de otros sacramentos como bautismos y matrimonios.
Con respecto a esta propuesta que también está dirigida a los huéspedes, Rosalino indicó:
Mientras tanto, ahí está esta bella capillita, un espacio de devoción –clara expresión también de cariño de parte de sus hacedores- dedicado al Sagrado Corazón y con esa particularidad (curiosidad para muchos, máxime en un país que se distingue por su fuerte laicidad) de formar parte de unos de los mejores hoteles de la región.