En una época de división, una de las cosas que más agrada a Dios es ver a sus hijos orar con una voz unida.
Esto es algo que describe mejor san Cipriano en un tratado sobre el Padrenuestro.
Dios no solo desea que oremos con una sola voz, sino que ha demostrado que este es uno de los tipos de oración más fructíferos.
Es una lección importante que nos muestra que Dios desea mucho que estemos unidos en la oración, todos orando juntos en una sola familia.