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La Biblia es el libro más vendido de todos los tiempos. A pesar de contar con un número de ventas aproximadamente de más de 5 mil millones de copias en todo el mundo, la Biblia sigue siendo un libro no fácil de leer. De hecho, ni siquiera es un libro, sino una colección de textos y escrituras considerados sagrados por más de una religión.
De hecho, la palabra griega biblia literalmente significa "los libros", en plural.
Por supuesto, lo que se considera canónico, es decir, lo que pertenece a esta colección y lo que no, varía de tradición en tradición, de grupo en grupo e incluso de época en época.
Por ejemplo, en los primeros años del cristianismo, cuando el canon bíblico se estaba aún componiendo, los contenidos divergentes y superpuestos tenían que ser resueltos.
Fue en el siglo IV cuando el canon fue considerado finalmente concluido. Aunque nos referimos al canon católico como el Canon de Trento de 1546, el primer concilio que lo aceptó probablemente fue el Sínodo de Hippo Regius en 393 - un sínodo al que asistió el mismo Agustín.
Para hacer las cosas aún más desafiantes, la Biblia abunda en diferentes géneros literarios, cada uno con su propio modo de verdad.
Como explicó el Concilio Vaticano Segundo: uno no debe esperar encontrar afirmaciones científicas en un poema y haría bien en abstenerse de sacar conclusiones éticas de, digamos, su guía de física de la secundaria.
De manera similar, leer una narración histórica o épica exige un tipo de atención diferente del lector que un texto legal. Comprender una parábola requiere un conjunto de habilidades diferentes a las que podríamos usar para leer un diálogo, una colección de máximas, o incluso al diferenciar una carta dirigida a una comunidad de una personal (como en el caso de las cartas paulinas a los romanos o a Filemón, por ejemplo).
En cualquier caso, esto no queer decir que no hay estrategias generales que podríamos usar cuando nos acercamos a la Biblia. Después de todo, la Biblia es un texto, y algunos de los enfoques cotidianos que usamos para leer cualquier texto puede ser útil para leer también la Biblia.