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En su predicación de hoy, el Papa Francisco habló de la tentación "de los nuevos fundamentalistas" de cerrar la vida cristiana en una lista de preceptos, en lugar de abrirse a Dios. Es el Espíritu "quien cambia el corazón”.
Incluso hoy en día muchos "buscan la seguridad religiosa en lugar del Dios vivo y verdadero" y se centran "en rituales y preceptos en lugar de abrazar al Dios del amor con todo su ser”. Lo dijo el el Papa que ha continuando su ciclo de catequesis sobre la Carta del Apóstol Pablo a los Gálatas.
Esta es la "tentación de los nuevos fundamentalistas": el camino les asusta y "vuelven atrás porque se sienten más seguros: buscan la seguridad de Dios y no el Dios de la seguridad". Así lo destacó el Papa Francisco que centró su meditación en el tema: "El fruto del Espíritu" (cf. lectura: Gal 5,22-24).
Algunas imágenes de la Audiencia General (Galería)
Hay tanta burocracia para dar sacramentos
“A veces, quien se acerca a la Iglesia tiene la impresión de encontrarse frente a una gran cantidad de mandamientos y preceptos. ¡Pero no! Esta no es la Iglesia. Esta puede ser cualquier asociación ...Y cuántas veces nosotros mismos - sacerdotes u obispos - hacemos tanta burocracia para dar un sacramento, para acoger a la gente, que la gente dice "No, esto no me gusta" y se va”, ha denunciado el Papa.
“No se puede captar la belleza de la fe en Jesucristo partiendo de demasiados mandamientos y de una visión moral que, al desarrollarse en muchas corrientes, puede hacer olvidar la fecundiad original del amor, alimentado de la oración que dona paz y testimonio gozoso. Porque solo este Amor posee la fuerza de atraer y cambiar el corazón del hombre”, ha agregado.
La oración salva del egoísmo
El Papa subrayó el misterio de Cristo, de su muerte y de su resurrección, al mismo tiempo que rememoró al Apóstol Pablo que exhorta “a los gálatas a no perder de vista a Jesús en la cruz”
“Es un llamado que nosotros debemos acoger, abrazando la cruz de Cristo, y adorándolo en la Eucaristía, donde lo contemplamos muerto y resucitado, entregado por nosotros para darnos la vida verdadera”.
El Pontífice invitó a rezar ante la Cruz al Espíritu Santo. “Él, que trasforma los corazones y guía a la Iglesia, renovará nuestra comunidad. Nos dará la fuerza para combatir el mal, es decir, todas esas obras que nos impiden ser de Dios y nos dejan en la mundanidad de nuestros deseos”
Asimismo, indicó que la oración da libertad y ayuda a las personas a no ser “esclavos de nuestro egoísmo, y nos concederá unos frutos generosos de amor, gracia, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad, dominio de sí.”.
La tarea que ha dejado el Papa
Al final, el Papa animó a los fieles a hacer este pequeño ejercicio, relean la lista de los frutos del Espíritu Santo que encontramos en Gálatas capítulo 5, versículos 22 y 23.
“Vean si se corresponden con la propia existencia de cada uno, es decir, si nuestra vida se dejó configurar con Cristo, al que contemplamos muerto y resucitado, en la imagen de la cruz y en el misterio de la Eucaristía; si nuestra vida se ha dejado trasformar por el Espíritu para ser ella misma una eucaristía, don y acción de gracias, para gloria de Dios y salvación de la gente. . QueDios los bendiga. Muchas gracias”.
Cop26
Tras la catequesis, el Papa saludó a los peregrinos de lengua inglesa, "especialmente a los jóvenes de varios países comprometidos con Cop26 en Glasgow y a los grupos de los Estados Unidos de América". Sobre todos vosotros y sobre vuestras familias", dijo, "invoco la alegría y la paz del Señor".
La Audiencia General concluyó con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica.