"A mí lo que me impresionaba de Juan Pablo II era su misticismo", contó a Aleteia Valentina Alazraki, destacada periodista que ha sido testigo clave en la causa de canonización de Karol Wojtyła, el "Papa de los jóvenes".
El papa Francisco ha entregado recientemente una condecoración a la periodista Alazraki en un hecho inédito con el que ha querido "rendir homenaje" al periodismo, durante una audiencia especial en el Palacio Apostólico Vaticano (13.11.2021).
El misticismo de Juan Pablo II
El 266 sucesor de Pedro recordó que Valentina "era muy joven y se subió al avión que llevaba a San Juan Pablo II a Puebla, en 1979, y le regaló un sombrero".
Alazraki ha cubierto los viajes de Juan Pablo II, quien realizó un total de 104 visitas pastorales fuera de Italia, recorriendo 1.200.000 kilómetros, lo cual le generó los sobrenombres de "el Papa Peregrino" y "el Papa viajero".
"Yo pude leer los 100 testimonios de la causa de beatificación (de Juan Pablo II): todos te dicen que la experiencia más fuerte que tuvieron al lado del papa fue verlo rezar porque realmente tenías la sensación de que estaba en otro mundo que había una conexión absolutamente con Dios y con la Virgen", explicó.
"La oración era su fuerza cada vez que él tenía que tomar una decisión desde que estaba en Polonia se retiraba a la capilla para rezar, siempre tenía un Rosario en el bolsillo, incluso antes de entrar a las Naciones Unidas, él estaba con el Rosario en la mano cuando tenía que tomar decisiones importantes", agregó.
Tras haber sido obispo auxiliar (desde 1958) y arzobispo de Cracovia (desde 1962), Karol Wojtyła, se convirtió en el primer papa polaco de la historia y en el primero no italiano desde 1523.
Juan Pablo II, el hombre de acción
Valentina considera que san Juan Pablo II era también "un hombre de acción impresionante. Un líder con un carisma único, entonces seguirlo a él era seguir a un gran líder que hacía historia porque nosotros vimos cómo lo hacía. Vimos caer el Muro de Berlín, pero la primera piedra cayó en su primer viaje a Polonia".
La periodista dijo que vio la caída del muro de Berlín anticipadamente al evocar la caída de la primera piedra’ de ese muro, al menos simbólicamente, en julio de 1979 en Polonia.
Él vuelve a su tierra, gobernada por el comunismo, un viaje considerado un factor clave para el alza del movimiento Solidaridad.
Juan Pablo II "era un hombre que hacía historia, pero el misticismo era tan fuerte que se combinaba con este liderazgo. Claro, la santidad yo la percibí sobre todo en la última fase de su vida", afirmó Valentina.
Un via crucis en tierra
Así, recordó la última etapa de sus viajes, cuando papa Wojtyła se subía al avión "en condiciones terriblemente dolorosas para él desde el punto de vista físico. Ver como soportaba, como incorporaba todas esas limitaciones a su pontificado para mí fue la experiencia más importante de mi vida".
Asimismo, subrayó que "esa entrega" del Papa era una inyección de "fortaleza" para quien le observaba. "Nosotros asistimos verdaderamente a un vía crucis en tierra".
Alazraki rememora los últimos días de Juan Pablo II y su conmovedora despedida antes de morir el 2 de abril de 2005:
"Verlo despedirse del mundo tres días antes de la muerte, el miércoles porque la gente sabía que habría habido una audiencia general…El Papa salió de su cama con la cánula de la traqueotomía de la alimentación con vena, lo vistieron de papa para estar en la ventana 17 segundos, sin micrófono, sin nada, porque ya no podía hablar por la traqueotomía y esbozó un saludó, una bendición como para despedirse y agradecer a las personas que están en la Plaza", expresó.
"Esa entrega – agregó Valentina Alazraki – hasta el final porque murió el sábado, tres días más tarde. Para mí es como el símbolo de esa santidad". Con el ojo del reportero experto, ella resume "esa santidad" con una imagen:
"Él abrazado de la Cruz el Viernes Santo mirando el vía crucis en su capilla de espaldas[…], abrazado de la cruz. Él y el crucifijo parecían lo mismo. Esas sensaciones para mí son las más fuertes" afirmó Valentina, tomando prestada su trayectoria larga 47 años informando sobre el Papa y el Vaticano.