El papa Francisco ha indicado que la Iglesia necesita de la oración de las personas con discapacidad: “Queridos hermanos y hermanas, su oración es hoy más urgente que nunca.”.
“Sé que algunos de ustedes viven en condiciones extremadamente frágiles. Pero me gustaría dirigirme a ustedes —quizá pidiendo, cuando sea necesario, a sus familiares o a las personas más cercanas a ustedes que les lean estas palabras o que les transmitan este llamamiento que hago— y pedirles que recen”.
Lo escribió el Papa Francisco en el mensaje presentado hoy, 25 de noviembre de 2021, con motivo del Día Internacional de las Personas con algún tipo de discapacidad. Y citó a Santa Teresa de Ávila: «cuando los tiempos son recios, son necesarios amigos fuertes de Dios para sostener a los flojos».
Este año el mensaje dedicado a las personas que tienen algún tipo de limitación física, intelectual o sensorial tiene como lema: “Ustedes son mis amigos” (Jn 15,14) y se celebra el 3 de diciembre de 2021.
“El Señor escucha atentamente la oración de los que confían en Él. Que nadie diga: “No sé rezar”, porque, como dice el Apóstol, «el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque como no sabemos orar como conviene, él mismo intercede por nosotros con gemidos inexplicables» (Rm 8,26).
El Papa abogó para acabar con toda forma de discriminación contra las personas con discapacidad, pues "son tratados como cuerpos extraños en la sociedad" y pide que se acabe con las barreras sociales y las limitaciones que dañan su dignidad y mantiene "sus vidas separadas y alimenta el estigma en su contra". "La Iglesia, de hecho, es la casa de ustedes".
El Pontífice recordó las personas con discapacidad han sufrido doblemente la pandemia. "La Iglesia está al lado de todos los que siguen luchando contra el coronavirus. Como siempre, la Iglesia insiste en la necesidad de que todos sean atendidos, sin que la discapacidad sea un obstáculo para acceder a los mejores cuidados disponibles.".
No hay nadie tan frágil que no pueda rezar
“En los Evangelios, de hecho, Jesús escucha a los que se dirigen a Él incluso de forma aparentemente inadecuada, quizá sólo con un gesto (cf. Lc 8,44) o un grito (cf. Mc 10,46). En la oración hay una misión accesible a todos, y me gustaría encomendársela a ustedes de manera especial.
No hay nadie tan frágil que no pueda rezar, adorar al Señor, dar gloria a su santo Nombre e interceder por la salvación del mundo. Ante el Todopoderoso todos nos descubrimos iguales.”, añadió.
En su mensaje, el Papa expresa que el Evangelio es para todos y que las oraciones de las personas que hacen en una cama, en silla de ruedas o que necesitan de la asistencia de otros ocupan un lugar especial en el corazón de Dios.
Por ello, explicó que también ellos tiene una vocación que “deriva de nuestra amistad con el Señor, que nos ha elegido para que demos mucho fruto y que nuestro fruto permanezca (cf. Jn 15,16)”. “Presentándose como la verdadera Vid, quiso que cada sarmiento, unido a Él, pudiera dar fruto”.
“Sí, Jesús quiere que alcancemos «la felicidad para la cual fuimos creados. Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada.”, añadió.
El Evangelio también es para ti.
El Evangelio es también para las personas con discapacidad. “Es una Palabra dirigida a todos, que consuela y, al mismo tiempo, llama a la conversión.”
Por eso, recuerda que «todos los fieles, de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad [...]. Es decir, a la santidad.
El Papa explica que los Evangelios “nos dicen que cuando algunas personas con discapacidad conocieron a Jesús, sus vidas cambiaron profundamente y comenzaron a ser sus testigos”.
Las personas con discapacidad son testigos
Las personas con discapacidad pueden ser testigos de Cristo. Por ello, el Papa indica, por ejemplo, el caso “del ciego de nacimiento que, curado por Jesús, afirmó con valentía delante de todos que era un profeta (cf. Jn 9,17); y muchos otros proclamaron con alegría lo que el Señor había hecho por ellos”.
El Papa les llamó hermanos y hermanas en la oración. Pues, su plegaria - dijo - “es hoy más urgente que nunca. Santa Teresa de Ávila escribió que «cuando los tiempos son recios, son necesarios amigos fuertes de Dios para sostener a los flojos».
“La época de la pandemia nos ha mostrado claramente que todos somos vulnerables, «nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos».
La primera forma de hacerlo es rezar. Todos podemos hacerlo; e incluso si, como Moisés, necesitamos que nos sostengan (cf. Ex 17,10), estamos seguros de que el Señor escuchará nuestra súplica”, concluyó el Papa el mensaje firmado el 20 de noviembre de 2021.