"Ahora he escuchado la llamada de Dios. ¿Mi mujer? Será feliz en el cielo”, dijo Maurizio Scala, 66 años, ordenado sacerdote el 27 de noviembre en Génova, Italia, quien llevaba medio siglo trabajando como voluntario en la comunidad de San Egidio acudiendo a los más pobres.
La televisión publica italiana ha dado la noticia de la ordenación de Maurizio Scala. La novedad es que se trata de un padre de familia, abuelo de dos niñas, pensionado y viudo.
Scala, conocido como “Momo" afirmó que su vocación nace de 45 años de experiencia con la comunidad de San Egidio a lado de los más necesitados. Comunidad que él mismo ayudó a crear en 1976 en Génova.
"Mi nieta Gaia, de dos años, aún no se da cuenta, pero la otra, Sofía, que tiene siete años, ha entendido que algo extraordinario ha pasado".
Scala ha sido ordenado en una celebración presidida por el Arzobispo de Bolonia el cardenal Matteo Zuppi y concelebrada por el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida, y numerosos sacerdotes.
"Me gustaría mantener junto al sacramento en el altar, mi servicio a los pobres, porque ser sacerdote significa para mí hacer sentir la cercanía de Dios a todos, especialmente a los que sienten el peso de las heridas de la vida”, expresó el nuevo sacerdote.
Ahora diré misa y la celebraré con los pobres
En la misa de ordenación de Scala participaron alrededor de 500 personas que se reunieron en la Basílica Anunciada. Ese templo es la sede histórica de la comunidad católica en Génova.
Asimismo, participaron en la misa muchos amigos de esta vocación sacerdotal, numerosas personas pobres y sin techo, que padre Maurizio había encontrado en varias décadas de servicio desinteresado.
Los periodistas le preguntaron sobre su esposa. Él la recordó con una sonrisa serena y ojos lucidos. Scala acudió a su mujer hasta el final de sus días, sin separarse de ella ni por un instante durante su larga enfermedad.
Tras enviudar, Scala emprendió un nuevo camino de formación hasta su ordenación como sacerdote en la actualidad.
“La elección de ‘Momo’ llegó de forma sorprendente, en una época de la vida en la que los presupuestos suelen contar más que los proyectos”, afirmó durante la ceremonia de ordenación el cardenal Zuppi.
En la misa también estuvieron presentes, el fundador de San Egidio, Andrea Riccardi y el presidente Marco Impagliazzo.