Por un lado, la Virgen de Caacupé, la "patrona de la fe" en Paraguay. Al lado, bien cerquita, la urna peregrina con las reliquias de quien fuera la primera mujer paraguaya elevada a los altares, la beata Chiquitunga.
Lo que tienes ante tus ojos es una verdadera conjunción explosiva de devoción en Paraguay. La Virgen de Caacupé, la celebración religiosa más famosa del calendario del país sudamericano en cuanto al fervor popular. Y, por otro, el amor que sigue despertando en Paraguay María Felicia de Jesús Sacramentado.
Las imágenes así lo confirman (hacer click en galería):
Según medios como La Nación, el pasado sábado 4 de diciembre finalmente se pudo realizar la segunda peregrinación de las reliquias de Chiquitunga, que llegaron en septiembre desde Roma, a la Basílica Menor Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé.
Ese día hubo una eucaristía presidida por Pedro Jubinville, obispo de San Pedro. “Los laicos: hombres de la Iglesia en el corazón del mundo, hombres del mundo en el corazón de la Iglesia”, había sido el tema elegido. La salida desde Asunción de las reliquias de Chiquitunga al encuentro de la Virgen tuvo lugar aquella tarde en Paraguay. Luego de esto, las reliquias seguían camino hacia el Santuario Divina Misericordia.
Una vez más aquella famosa frase de Chiquitunga: “¡Quiero que todo se sature de Cristo y donde quiera que sea dejar un rayito de su luz!"
He aquí entonces Chiquitunga junto a Caacupé, ¿sigues buscando una imagen más potente?