Mide aproximadamente dos metros y medio. Tiene una pluma en sus manos y está sentada sobre una pila de libros. Se trata de Madeleine Truel, una católica que se destacó por su heroísmo a la hora de salvar vidas durante el nazismo en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
La imagen fue captada en la municipalidad peruana de Miraflores, sitio donde se inauguró este monumento en su honor, un tributo que contó con la presencia del arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo.
Las personas que Magdalena salvó
Según informó el propio Arzobispado de Lima, lo que se intentó representar a través de esta escultura es el rol que tuvo Madeleine (Magdalena) desde el lado de las filas de la resistencia francesa. En el piso se ha querido representar a través de huellas las vidas de las personas que pudo salvar durante el nazismo. “Con su pluma salvó muchas vidas”, reza la inscripción.
Servicio y entrega generosa
“Ella, viendo la terrible tragedia de los niños y de todos los hebreros en Francia, supo comprender hondamente que se trataba de ayudar, de salvar vidas y, por lo tanto, de dejarse llevar por ese mismo Dios que ella vivía en su fe cristiana católica, pero que, a su vez, estaba presente en todos los que sufrían. Usando el ingenio, la inspiración de quien sabe colocarse en la situación del otro, inventó su forma de salvar con ese lapicero que se muestra en este monumento, y con esa genialidad de saber dibujar partidas de nacimiento y pasaportes que pudieran liberar”, dijo Castillo durante su intervención.
Fue el propio arzobispo de Lima quien también resaltó cómo Madeleine supo rehacer su forma de ser cristiana manteniendo costumbres como el Rosario y la Biblia, pero también siendo creativa para salvar a muchos niños hebreos.
“Padre bueno, te pedimos bendigas este signo que nos llevará también a propagar bendición, como la bendición que hizo posible Magdalena Truel en esos pasos que constituyen parte del monumento, en donde están confundidos los pasos de los niños con los pasos de Magdalena, y en un momento se detienen los pasos de ella para dejar marchar los pasos de los niños que salvó”, finalizó Castillo.
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