Cortejo, peinado, ramo… las diez tendencias de boda de 2022

Aunque las cifras siguen sin conocerse, muchas parejas han esperado a 2022 para organizar finalmente su boda, un retraso debido a las consecuencias de la crisis sanitaria ligada a la pandemia de Covid-19. Por esto, es interesante ver cuál es el desarrollo de las tendencias de boda para este año. ¡No te va a faltar inspiración!

Con las restricciones sanitarias a las que deben adaptarse los prometidos desde el comienzo de la pandemia de Covid-19, las invitaciones virtuales son la solución por excelencia. Son muy prácticas, permiten comunicarse en tiempo real con los invitados, modificar la fecha de la ceremonia o actualizar hasta el último minuto los detalles de la ceremonia.

Para las que desean tener su propio vestido de novia para poder conservarlo y transmitirlo a la próxima generación, las compras de vestidos de novia de dos piezas en 2021 aumentaron de forma significativa. Esta tendencia se confirma con más claridad aún para los vestidos de boda de 2022.

Elegantes y contemporáneos, estos vestidos de dos piezas se transforman fácilmente a lo largo de todo el día D, con la añadidura de una sobrefalda para la ceremonia o de un pantalón para la pista de baile. Permiten también dar a la novia un aspecto elegante sin necesidad de ir demasiado vestida.

En cuanto a los detalles, el cuello alto crece también en popularidad en los trajes de novia. Cuello lavallière, cuello chimenea, cuello claudine… Directamente inspirado en la lechuguilla (gorguera) de los cuellos de la aristocracia, es el detalle refinado que sublimará (y revestirá) los cuellos de las jóvenes novias de 2022.

Una regla que seguir este año es la de ser una misma. Trabajar el peinado de la boda durante horas no es necesario. Más bien al contrario, la elegancia de lo natural vuelve en 2022. Los cabellos alegremente sueltos o ligeramente ondulados se adaptarán fácilmente a las diferentes joyas de la cabeza y a las bonitas coronas de flores, peinetas o pasadores. Otra idea en boga este año es el moño bajo. Aumentado con un accesorio fino, dará a la novia un aspecto natural y sobrio. Como una fresca corona de flores de cera o pasadores que peinen el cabello de forma muy natural.

Coronas, anillos, pulseras, diademas, medallas, peinetas... Las joyas de la novia no son joyas ordinarias. Es el último retoque del vestido de la novia. Sublimarán el rostro con elegancia y aportarán luz a su aspecto. En 2022, se buscan discretos, delicados y llenos de significado. Algunos como las perlas, las medallas o los anillos darán sentido a la ceremonia y al sacramento del matrimonio.

Símbolo de pureza, el velo de la novia ha vuelto este año. Largo, corto, bordado o iridiscente, el velo encarna cierto aspecto sagrado: la pureza y a la vez el compromiso. Muchos creadores proponen en 2022 una multitud de formas, materiales y líneas para armonizarlo con el vestido de novia.

Si la simplicidad de los matices del blanco y del crema es sinónimo de elegancia, en 2022 los tonos pasteles, los blusones bordados y los motivos florales en todos sus matices de color están de moda para los vestidos de las pequeñas niñas de honor. En cuanto a los niños, la vuelta de la bermuda midi y del azul marino marcará el 2022.

En 2022, el ramo de la novia no debe ser solo grande, sino también natural e irregular, como si estuviera compuesto de flores recién cortadas de un jardín. Los ramos de novia perfectamente estilizados pertenecen ya al pasado y abren paso a los ramos compuestos de freesias, rosas, peonías y otras flores y hojas, incluso con flores secas.

Entre las tendencias decorativas para las bodas, las previsiones de tendencias de colores son unánimes: el año 2022 es indiscutiblemente sinónimo de muchos colores y de los pasteles en particular. El azul cielo, el rosa viejo y el verde menta reinan para decorar los bancos de la iglesia, las mesas y las sillas, sobre todo con flores en estas tonalidades alegres. Eso sí, siempre en un estilo elegante y armonioso.

Los aficionados a la familia real británica lo recordarán perfectamente. Para su boda, la princesa Beatriz decidió tomar prestado el vestido… de su abuela, la reina Isabel II. Mientras tanto, Carrie Symonds, esposa de Boris Johnson, saltó a las portadas de los diarios en 2021 principalmente por su vestido de novia alquilado. Llevaba un vestido de tul y seda color marfil concebido por Christos Costarellos que se vende a 2.870 £, pero que alquiló por solamente 45 £. Por el cuidado de hacer un gesto de responsabilidad ecológica o por motivos presupuestarios, cada vez más prometidas caminan hacia el altar con un vestido “de autor”… pero de segunda mano. Presentar unas prendas de boda de ensueño sin vaciar la cuenta bancaria es la tendencia fuerte de este año.

Buena noticia para los adeptos al estilo de vida ecológica: las decoraciones de boda con cero residuos representan una fuerte tendencia en 2022. En efecto, muchos prometidos de 2022 pretenden organizar su boda con un espíritu ecologista. Algunos lo convierten incluso en el tema de la boda. ¿Por qué no fabricar uno mismo elementos decorativos utilizando frascos y botellas como floreros o linternas de velas? ¿O incluso elegir los regalos para los invitados entre productos ecológicos, duraderos, reutilizables y con cero residuos?