Durante décadas, la medicina moderna ha asociado las actividades deportivas con la salud física y mental. Se sabe, por ejemplo, que la práctica de ejercicio genera la liberación de sustancias en el cerebro como dopamina, endorfinas y adrenalina. De ellas proviene esa sensación de placer durante el acto y actúan en el organismo como tranquilizantes naturales, además de que tiene una función antiinflamatoria.
Un nuevo estudio, publicado en la revista Frontiers in Psychiatry, consiguió cuantificar la probabilidad de que las personas físicamente activas desarrollen ansiedad. Con la llegada del coronavirus, esta se ha convertido en “una pandemia dentro de una pandemia”, según afirman los científicos.
Los investigadores de la Universidad de Lund en Suecia que realizaron el estudio, lo hicieron con otras instituciones.
Los resultados muestran que las posibilidades de que un individuo físicamente activo sufra ansiedad clínica se reducen al 50% en comparación con los sedentarios.
Estudio de décadas
Los científicos recogieron una muestra de 197.685 esquiadores que participan en el contexto de la carrera tradicional de esquí de fondo denominada Vasaloppet. Los participantes recorren una distancia de 90 kilómetros entre los municipios de Sallen y Mora, Suecia.
Como es necesario estar físicamente preparado para competir en este evento, los investigadores pudieron trazar un historial de la rutina de actividad física de los atletas. Calcularon índices corporales, edad y hora de llegada, entre otros, de todos los hombres y mujeres que participaron en el evento entre 1989 y 2010.
A continuación, consultaron un registro nacional sueco en busca de casos de trastorno de ansiedad clínica entre casi 200.000 concursantes. Y cruzaron la información con las historias clínicas de 197.684.000 suecos clasificados como físicamente inactivos que fueron seleccionados al azar. El contraste permitió a los investigadores concluir que en la última década los niveles de ansiedad entre las personas sedentarias eran el doble que entre los esquiadores.
Beneficios deportivos
"Un estilo de vida físicamente activo parece tener un fuerte efecto en la reducción de las posibilidades de desarrollar un trastorno de ansiedad", dijo Tomas Deierborg, director del departamento de medicina experimental de la Universidad de Lund y autor principal del estudio. El científico también recordó los efectos relajantes de la actividad física, independientemente del tiempo y la intensidad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una caminata enérgica de 30 minutos al día “tiene buenos efectos en la salud mental”, como dice Deierborg, que se puede ver en una “población más amplia”, evalúa el Dr. científico.
Como dijo el Papa Francisco el 5 de octubre de 2016, en la Conferencia Mundial “El deporte al servicio de la humanidad”:
Aquí está el enlace al artículo académico completo de los investigadores de la Universidad de Lund.