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¿Joven? ¿Adolescente? Rhys Langford era desde luego un hombre maduro. Al fallecer cuando solo contaba 19 años, ya había logrado un hito en su vida: reunir una cantidad importante de dinero -60.000 libras- para que un niño reciba tratamiento oncológico. Fue lo que dio sentido a sus últimos meses de batalla contra el osteosarcoma que padecía.
"Si no hay nada que se pueda hacer por mí, quiero intentar ayudar a salvar a ese pequeño". Es lo que dijo Rhys a sus padres, Catherine y Paul, cuando supo que iba a morir. Y muchas personas respondieron a su llamada a la solidaridad.
En 2020 le diagnosticaron el osteosarcoma. Lejos de hundirse, Rhys enfrentó la enfermedad con coraje y quiso volcarse en ayudar a los demás en la medida en que se lo permitía su situación. Así que emprendió la campaña para recaudar fondos que permitieran un tratamiento para el pequeño Jacob, un niño de 6 años, que sufre la misma enfermedad y que vive en la localidad de Ebbw Vale, en Gales (Reino Unido), como la familia Langford.
Rhys - que tenía un hermano, Charlie- falleció el pasado martes rodeado del cariño de los suyos. Su madre dio a conocer la muerte de este joven luchador a través de su cuenta de Facebook. "Murió tranquilamente en casa rodeado de su familia", dijo.
La heroicidad no la dan los años. La da el amor.
Gracias, Rhys. Descansa en paz.
El caso de Rhys recuerda a Pablo Ráez, el joven español que padecía un cáncer y se volcó en hacer campaña para encontrar donantes de médula. Falleció en 2017 después de dejar impronta en cientos de miles de personas. Aquí se contó su valiosa historia.