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Los hermanos Cirilo y Metodio nacieron en Grecia en el siglo IX en una familia de siete hijos. Ellos eran el mayor y el menor.
Su padre era un alto funcionario del imperio bizantino y se educaron en Constantinopla enfocándose a la política. Pero ellos optaron después por la vida religiosa.
El patriarca de Constantinopla los envió como misioneros al pueblo de Bulgaria. En su misión cuidaron mucho respetar la cultura de los pueblos eslavos.
Defensores de la unidad de los cristianos
Después ellos viajaron a Roma para dar cuenta de su ministerio al papa san Nicolás I. Allí recibieron un gran apoyo. El papa Adriano II aprobó el uso de un idioma eslavo en la liturgia.
Poco después de tomar los votos como monje, Cirilo murió el 14 de febrero del año 869. Por eso ese día se celebra su fiesta.
Metodio continuó su misión con gran éxito por Moravia, Bohemia, Polonia y los países eslavos.
Se convirtió en obispo se le atribuye el bautismo de santa Ludmila, la abuela de san Wenceslao, quien ayudó a promover la fe cristiana en Bohemia. Murió en 883.
Cirilo y Metodio son honrados como santos patronos especiales de la unidad de las Iglesias de Oriente y Occidente y como patronos de Europa.
Oración
¡El futuro! Por más que pueda aparecer humanamente grávido de amenazas e incertidumbres, lo ponemos con confianza en tus manos, Padre celestial,
invocando la intercesión de la Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia;
y también la de tus Apóstoles Pedro y Pablo
y la de los santos Benito, Cirilo y Metodio, la de Agustín y Bonifacio,
y la de todos los evangelizadores de Europa,
los cuales, fuertes en la fe, en la esperanza y en la caridad,
anunciaron a nuestros padres tu salvación y tu paz;
y con los trabajos de su siembra espiritual
comenzaron la construcción de la civilización del amor,
el nuevo orden basado en tu santa ley y en el auxilio de tu gracia,
que al final de los tiempos vivificará todo y a todos en la Jerusalén celestial.
Amén.
Por Silas Henderson