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Con una misa solemne. Así fue como la campana “La Voz de los No Nacidos” empezó su recorrido por Ecuador el pasado 12 de febrero. Lo hizo a través de las calles de Guayaquil y la emoción colmó a los defensores de la vida, quienes desde hace varios meses siguen levantando su voz contra la despenalización del aborto (en casos de violación) que por estos días sigue siendo tema de debate en la Asamblea Nacional.
Según recuerda una nota de la Arquidiócesis de Guayaquil, “la campana ingresó a la catedral metropolitana acompañada de autoridades eclesiásticas y sacerdotes (…), así como de varios niños de distintas edades”.
"Se estremeció mi corazón"
“Yo respetaré, defenderé, amaré y serviré a toda vida humana desde la concepción hasta su muerte natural. Cuando aprendía la oración sentí una responsabilidad y alegría en mi corazón… Y, al tocar la campana se estremeció mi corazón”.
Así se expresó Victoria Ruiz Pozo, una niña que se transformó en la primera en tocarla en Ecuador. Lo hizo acompañada del de monseñor Giovanni Piccoli.
Por su parte, el arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera, durante la homilía volvió a hacer un llamado a “despertar la conciencia de que la vida comienza con la concepción”.
“Por este motivo, en la campana están esculpidos el código genético y una ecografía de un niño en el vientre de su madre géstate. Por su ADN, cada vida es única e irrepetible”.