Los ojos del mundo están puestos a esta hora en Ucrania. El presidente ruso, Vladimir Putin, empezó una operación militar este jueves 24 de febrero. Desde ese anuncio, los medios de prensa a nivel internacional han estado informando de explosiones, así como el ingreso de tropas en esa zona del mundo. También ya se han registrado víctimas mortales.
Pero detrás del mar informativo que abunda a diestra y siniestra aparece el rostro de la gente que vive momentos de temor, incertidumbre y también oración. Entre ellos, además de la población civil ucraniana, españoles y latinoamericanos que viven en Ucrania.
Un pedido de oración
Un ejemplo de esto es lo que manifestó recientemente el futbolista uruguayo (29) del Dinamo de Kiev, Carlos De Pena, quien además de pedir paz por Ucrania lanzó un contundente mensaje:
“La situación es grave y estoy en Kiev. Mi familia gracias a Dios está en Uruguay. Solo les pido que recen y todo va a salir bien”.
Posteriormente, el propio futbolista difundió otro mensaje en redes pidiendo oraciones por Ucrania y con la frase: "Recen por nosotros".
Quienes se encuentran en una situación similar son algunos jugadores brasileños (pertenecientes a Dinamo de Kiev y Shakhtar Dontsk). Tras el inicio del ataque y con ello la suspensión del fútbol en Ucrania, estos deportistas se reunieron junto a sus familiares en un hotel de Kiev.
Desde ese lugar grabaron y difundieron un video (donde también está De Pena) en el que piden ayuda al gobierno brasileño para salir de Ucrania, situación compleja debido al cierre de fronteras para la aviación civil debido al ataque.
"La situación es desesperada. Les pido que divulguen este video para que llegue al gobierno. Las fronteras están cerradas, los bancos, no hay combustible, no habrá comida, no habrá dinero. Estamos reunidos esperando un plan para salir de Ucrania”, expresó uno de los futbolistas, tal cual indica el video reproducido por medios como TyC Sports.
Una familia misionera en Ucrania
Otro caso es el que vive a esta hora el matrimonio misionero español de César y María Auxiliadora, pertenecientes al Camino Neocatecumenal. Según recuerda Ecclesia, en base a Trece, estas personas llegaron a Kiev en 1997 junto a sus 10 hijos desde Burgos.
En la madrugada empezaron a escuchar los estallidos de las bombas y lo primero que han hecho fue rezar.
“El Señor nos va consolando. Estamos preparando maletas y esperando que el Señor nos guíe y nos lleve como siempre nos ha guiado y siempre ha sido muy bueno con nosotros”, expresó María Auxiliadora, tal cual prosigue ese medio.
Testimonios por todos lados
En tanto, lo que sucede tanto con los deportistas, así como con esta familia de misioneros, se reproduce también con personas de otras nacionalidades de Latinoamérica. Los ejemplos son varios. Desde la ecuatoriana Dagmar Narváez que en diálogo con CNN había confirmado que estaba la manera de huir, hasta el médico colombiano Laureano Mestra, quien reconoció también no saber qué tan rápido podría escalar este conflicto.
“El problema es la evacuación no sabemos si esta situación puede escalar y tampoco que tan rápido podría ser. Tengo comunicación con varios compatriotas y algunos de ellos tienen mucho susto. Hablé con una madre con dos niños pequeños y eso fue lo que más me preocupó”, afirmó en diálogo con Infobae.
Los testimonios abundan a esta hora y seguirán difundiéndose próximamente. El común denominador el temor, la incertidumbre, pero en muchos casos también la confianza en Dios en medio de tanta incoherencia.
Seguir en oración se transforma ahora en la mejor conexión en medio de la lejanía.