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Francisco Ascarza tiene actualmente 56 años. Silvia falleció repentinamente en el mes de setiembre del 2019. La pareja se comprometió a los siete días de haber salido por primera vez y, contra todo pronóstico, estuvo casada por más dos décadas y media.
La conmovedora historia del matrimonio se hizo pública de la mano de Francisco, quien decidió relatar su experiencia a través de las redes sociales. A más de dos años y medio de la muerte de Silvia, Francisco sigue portando su anillo de matrimonio y, junto al suyo, el de su esposa.
“Era como si nos hubiéramos conocido desde siempre. Al vernos supimos que éramos el uno para el otro. Siempre estuvimos muy unidos, muy compañeros”, recordó Francisco sobre el momento en que conoció a Silvia.
Aquí puedes ver algunas imágenes de la maravillosa historia de amor de esta pareja:
En conversación con Aleteia, Francisco Ascarza comentó que poco después de que su esposa falleciera, muchos amigos y conocidos le sugirieron rehacer su vida. Pero él decidió vivir su duelo en soledad y aferrado a los mejores recuerdos de su esposa. “Detrás de esos anillos, hay toda una vida”, expresó.
“Para mí, estos anillos son un símbolo de todo el amor que se construyó durante 25 años, de habernos amado. Su anillo (el de Silvia) simbolizaba su amor eterno, un amor sin principio y sin fin; como un círculo. Esto va más allá de recordar a alguien, de tener una foto, un video. Ese anillo es toda la vida”, explicó.
Silvia Oliveira de Ascarza era analista de sistemas e ingeniera en sonido, mientras que Francisco ejercía de analista de sistemas y se especializó en dirección televisiva. “Nos conocimos en el instituto donde estudiamos nuestras segundas carreras”, recordó.
Una mujer digna de admirar
Francisco comentó que Silvia era una mujer “muy dulce, muy equilibrada, una persona que siempre tenía las palabras justas”. Recordó que su matrimonio siempre estuvo muy unido y que, a pesar de algunas desavenencias, no pasaban más de 15 minutos sin hablarse. “Ella era una mujer muy especial”, dijo.
“Ella era muy creyente y practicante. Cuando nos conocimos ella era de la rama femenina de Schoenstatt y cuando nos casamos pasamos a la rama de matrimonial. Por motivos de la vida luego nos alejamos y yo, con el tiempo, me volví ateo; pero eso no terminó ahí. Los últimos tres años empecé a retomar mi camino de fe al darme cuenta de que había un error en el camino que tomé. Ella me acompañó en ese proceso, hasta que finalmente falleció”, recordó.
Para Francisco, la conducta de vida y la forma de ser de su esposa, fueron claves para que él retome su camino de fe y de oración.
El 4 de setiembre de 2019, Silvia falleció repentinamente a causa de una fibrilación del corazón. “Esto vendría a ser como una arritmia. El corazón, sin motivo alguno, late en forma arrítmica y la persona fallece. Se le suele llamar muerte súbita”, explicó el hombre.
Un mensaje para los jóvenes
Francisco afirmó que la historia de amor que vivió con Silvia es simplemente un ejemplo del amor profundo que puede haber entre dos personas. Asimismo, lamentó que hoy en día, principalmente los jóvenes, sean descreídos cuando piensan en el matrimonio.
“Creo que hoy los jóvenes son hipócritas y cínicos respecto al amor. Me toca mucho conversar con jóvenes y muchas veces son descreídos respecto al amor entre un hombre y una mujer. Es como que vivimos en un tiempo en que el amor es como un mito, pero yo quiero dar fe de que de verdad uno puede amar y ser amado. Puede que sea un misterio el cómo ocurre, pero puedo afirmar que el amor profundo existe”, expresó.
En el mismo sentido, el hombre dijo que siente mucha tristeza cuando en las redes sociales se califica al amor como algo de Hollywood y como una fantasía.
“No a todos les ha de ocurrir de la misma forma, pero en mi caso particular pude vivir un amor muy profundo con una mujer que me permitió amarla y me dejó ser yo con ella. Mi esposa me dio la posibilidad de amar y no puedo estar más agradecido con Dios y con la vida por eso”, reflexionó.