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El Papa Francisco felicitó hoy a la congregación fundada por Santa Magdalena de Canossa, a quienes recibió hoy en audiencia, por su "fecundidad" en nuevas vocaciones. Y a renglón seguido, lamentó que "aquí en Europa haya poca gente, haya un invierno demográfico europeo".
"En vez de hijos prefieren tener perros y gatos, que es una especie de afecto programado. Yo programo el afecto, me dan afecto sin problemas. ¿Y si hay dolor? Bueno, interviene el médico veterinario, punto. Y esto no es bueno".
Y añadió una sorprendente petición: "Por favor, ayuden a las familias a tener hijos. Es un problema humano, y también un problema patriótico".
La Congregación de las Hermanas de la Caridad de Canossa celebraron hasta el 30 de agosto su XVII Capitulo general. Esta orden religiosa, presente en todos los continentes y con fuerte actividad en América Latina, se dedica a la educación de niños y jóvenes, además de otras obras sociales. Fue fundada por Magdalena de Canossa en Verona (Italia) en 1808.
Vida en comunidad
El Papa, como suele cada vez que habla de la vida religiosa, alentó a las religiosas a la cooperación entre jóvenes y ancianas. "Las ancianas pueden dar testimonio a las jóvenes de un asombro que nunca falla; una gratitud que crece con la edad; una acogida de la Palabra que se hace cada vez más plena, más concreta, más encarnada en la vida".
Y las jóvenes, por su parte, "pueden testimoniar a las mayores el entusiasmo de los descubrimientos, los impulsos del corazón que, en el silencio, aprende a resonar con la Palabra, a dejarse sorprender, incluso interpelar, para crecer en la escuela del Maestro".
Se dirigió también a las monjas "de mediana edad". "Están en mayor riesgo, ¡cuidado! -, tanto porque esa es una época de transición, con algunos escollos – las crisis de los 40, 45, ya saben –; pero sobre todo porque es la fase de mayor responsabilidad y es fácil caer en el activismo, incluso sin darse cuenta. Y entonces ya no somos mujeres de la Palabra, sino mujeres de la computadora, mujeres del teléfono, mujeres de la agenda, etc".
Advirtió, también como es su costumbre, contra el "cáncer" de la vida religiosa que es la murmuración. "Hay un buen remedio, contra la cháchara, y es muy sencillo: si te tienta hablar de los demás, muérdete la lengua, para que se hinche bien y no puedas hablar. ¿Comprendido? Por favor, no murmuren, esto mata la vida comunitaria".
Amor a los pobres
El Papa también les instó para que nunca descuides la oración de adoración, además pensando en los pobres y en las familias.
Para el Papa, el secreto es "dejarse guiar por el Espíritu Santo para amar a Dios y a los pobres", pero esto debe ocurrir "hoy: el hoy de la Iglesia, el hoy de la sociedad, mejor, de las distintas sociedades en las que estáis presentes". Con esas situaciones de pobreza, con esos rostros que piden cercanía, compasión y ternura". Y este 'es el estilo de Dios, que siempre va así, con cercanía, compasión y ternura. No lo olviden".
También advierte que "puede ocurrir que uno aparezca lleno de entusiasmo en el servicio a los pobres y luego en su casa se guarde para sí mismo, no viva la fraternidad... Esto no es una buena señal”.
