El papa Francisco sostuvo hoy que la liturgia está viva como una planta, y debe ser cultivada con cuidado, debe ser alegre para alabar a Dios y no fúnebre, sin el sabor de la Pascua.
Además lamentó que algunos la consideren desde la perspectiva mal entendida del “tradicionalismo”; “la fe muerta de algunos vivos”.
Esta mañana, el papa Francisco ha recibido en audiencia a los miembros de la Asociación Italiana de Profesores y Doctores de Liturgia con motivo del 50 aniversario de la Asociación en el Palacio Apostólico Vaticano este jueves 1 de septiembre de 2022.
“La liturgia es alegre, con la alegría del Espíritu, no una fiesta mundana. Por eso, por ejemplo, una liturgia de tono fúnebre, no va (no funciona)”, sostuvo. La liturgia “es siempre alegre, porque canta alabanzas al Señor”, anotó.
Al respecto, ha pedido un “trabajo de discernimiento e investigación” de la liturgia que no separe la dimensión académica de la pastoral y espiritual. Lo dijo a la Asociación que hace una contribución a la reflexión sobre la vida litúrgica en Italia.
"Una de las principales aportaciones del Concilio Vaticano II fue precisamente intentar superar el divorcio entre teología y pastoral, entre fe y vida”.
Visión elevada de la Liturgia
El Papa exhortó a mantener una visión elevada de la liturgia, de modo que no se reduzca a “disquisiciones” de liturgia mundana
La liturgia - indicó el Papa - es para elevar “los ojos al cielo, para sentir que el mundo y la vida están habitados por el Misterio de Cristo”.
Y al mismo tiempo, aseguró, se necesita una liturgia con "los pies en la tierra", propter homines, no alejada de la vida.
“No con esa exclusividad mundana, no, eso no tiene nada que ver”. El Papa invita a una liturgia cercana a la gente y seria. “Las dos cosas juntas: volver la mirada al Señor sin dar la espalda al mundo”.
El Pontífice recordó la figura de Romano Guardini, que difundió “los logros del movimiento litúrgico fuera del ámbito académico, de manera accesible y práctica”.
Igualmente, insistió en que “la celebración litúrgica” debe estar “siempre enraizada en la tradición”. Pero, que avanza en el “sentido que quiere el Señor”.
El espíritu mundano del "indietrismo"
“Hay un espíritu que no es el de la verdadera tradición: el espíritu mundano del "indietrismo", de moda hoy en día: pensar que volver a las raíces significa retroceder.”.
El Papa indicó que la tradición y avanzar no son cosas diferentes. “Si vas a las raíces, las raíces te llevan hacia arriba, siempre. Como el árbol, que crece a partir de lo que le llega desde las raíces”.
“Y la tradición - insistió - es precisamente ir a las raíces, porque es la garantía del futuro, como decía Mahler. En cambio, el indietrismo retrocede dos pasos porque "así se ha hecho siempre" es mejor. Es una tentación en la vida de la Iglesia que te lleva a un restauracionismo mundano, disfrazado de liturgia y teología, pero es mundano”.
Retroceder es ir contra la verdad y el Espíritu
Francisco reiteró que “el indietrismo siempre es mundano: "Retroceder es ir contra la verdad y también contra el Espíritu. Haz bien esta distinción. Porque hay muchos en la liturgia que dicen ir "según la tradición", pero no lo son: a lo sumo serán tradicionalistas”.
“Otro dijo que la tradición es la fe viva de los muertos, el tradicionalismo es la fe muerta de algunos vivos. Matan ese contacto con sus raíces al retroceder. Cuidado: la tentación actual es el indietrismo disfrazado de tradición”, añadió el Papa.
Y, por último, el Papa apuntó que “quizá lo más importante: que su estudio de la liturgia esté impregnado de la oración y de la experiencia viva de la Iglesia que celebra, de modo que la liturgia "pensada" fluya siempre, como de una sangre vital, de la liturgia vivida”, concluyó.