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En los últimos veinte años se ha producido un notable incremento en el número de horas que los niños pasan frente a las pantallas de diferentes tipos de dispositivos (ordenadores, smartphones, tablets). Recientes estudios científicos han demostrado que un niño pasa de media más de 3,5 horas al día frente a las pantallas, superando el tiempo máximo recomendado por la Academia Americana de Pediatría que es de menos de 2 horas.
Obesidad, ansiedad, depresión, trastornos oculares
Los niños que pasan mucho tiempo frente a las pantallas presentan, además de una mayor tendencia a la obesidad, también irritabilidad, trastornos como ansiedad y depresión, alteraciones en el ritmo sueño-vigilia y aún más frecuentes trastornos oculares.
Las pantallas de computadoras, tablets, teléfonos inteligentes y dispositivos electrónicos ahora se iluminan mediante el uso de LED blancos, cuya composición de la emisión de luz tiene un fuerte componente de luz azul .
Fatiga visual
La luz azul se difunde en el ojo mucho más que otras radiaciones de luz y puede contribuir al malestar ocular, típico de quienes pasan demasiado tiempo frente a las pantallas. En particular, en los niños que usan smartphones, tablets y computadoras se registró mayor fatiga visual, ojos secos, doble imagen, deslumbramiento, enrojecimiento de ojos y visión borrosa.
Síndrome de visión por computadora
Incluso se habla de un síndrome real llamado CVS (Computer Vision Syndrome). El uso de teléfonos inteligentes, en particular, se asocia con mayores síntomas oculares, que aumentan 7 veces si la lectura se realiza en condiciones de poca luz.
Estudios internacionales han demostrado que, después de 20 minutos de uso continuo del teléfono inteligente, los niños pueden experimentar síntomas oculares importantes, en particular, irritación y ardor, especialmente si hay un fuerte contraste de luz entre el entorno y el teléfono inteligente. Estos síntomas son independientes del tipo de teléfono inteligente, el tamaño y el estilo de fuente utilizado.
Los efectos del uso de pantallas en el desarrollo de la miopía
La literatura científica reciente se ha centrado en los efectos del uso de pantallas en el desarrollo y empeoramiento de la miopía, cuya frecuencia en la población pediátrica parece haber aumentado en los últimos años. El tiempo dedicado a actividades con visión de cerca (40 cm) resultó ser un factor de riesgo en el desarrollo de la miopía.
La distancia de lectura reducida también se asocia con este mayor riesgo. Con el uso de teléfonos inteligentes y tabletas, las horas que los niños dedican a la lectura a corta distancia se han incrementado significativamente.
La actividad al aire libre reduce la incidencia de la miopía
Hasta 129 estudios han demostrado que el aumento de la actividad al aire libre reduce no solo la incidencia sino también la progresión de la miopía. Por ello, varios países están poniendo en marcha programas de promoción de la salud infantil en la escuela con el objetivo de animar a los alumnos a realizar actividades al aire libre, promover los exámenes de la visión escolares y activar cursos de formación en salud visual dirigidos a las familias.
Artículo escrito por Paola Valente.