El papa Francisco recordó recientemente que Juan Pablo II dio gracias a Dios porque, por intercesión de la Virgen María, el planeta no ha conocido todavía el horror del conflicto nuclear. "Por desgracia, debemos seguir rezando por este peligro” (Discurso a los participantes en la sesión plenaria de la Pontificia Academia de las Ciencias (PAC), 10.09.2022).
Lo dice el Papa que rezó a la Virgen María para que evitara una catástrofe nuclear: «Líbranos de la guerra, preserva al mundo de la amenaza nuclear». Este fue el clamor del Pontífice latinoamericano y de la Iglesia Universal al consagrar Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María en la Basílica de San Pedro, después de un mes del inicio de la guerra (25.03.2022).
Estamos viviendo la Tercera Guerra Mundial
Sin embargo, siete meses después de la deflagración del conflicto en Ucrania (24.02.2022), el papa Francisco no cesa de advertir sobre las consecuencias de una "guerra total" que incluye el uso de armas atómicas y, ya no habla solo de "Guerra Mundial a pedazos", sino de la ya presente "Tercera Guerra Mundial".
“La paz y la seguridad internacionales no pueden basarse en la amenaza de la destrucción mutua o la aniquilación total” (Hiroshima 24.11.2019)
Los numerosos conflictos armados en curso son motivo de gran preocupación para el Papa "Dije que era una tercera guerra mundial "a trozos"; hoy quizá podamos decir "total", y los riesgos para las personas y el planeta son cada vez mayores".
La Cuarta Guerra Mundial "se combatirá con palos y piedras", ya lo había advertido también papa Bergoglio citando a A. Einstein, al recordar la utilización del armamento nuclear sobre la población civil de Hiroshima y Nagasaki que dio por concluida la Segunda Guerra Mundial.
El Papa pide oración, pero también "comprometer la ciencia y la política para prevenir la guerra nuclear y los crímenes de guerra contra la población civil” (10.09.2022).
Ciencia y la fe para acabar con la amenaza
En efecto, el contexto de esas palabras ha sido el tema de la sesión plenaria de la PAC: "Ciencia básica para el desarrollo humano, la paz y la salud planetaria". Una perspectiva que tuvo en cuenta los problemas clave a los que se enfrenta la humanidad en este momento de la historia.
Combinar la ciencia y la fe para evitar una guerra mundial, pide el Papa tras “las dos trágicas guerras mundiales”, pues, por “desgracia, la historia muestra signos de retroceso”.
El contexto bélico actual, es descrito como la mezcla de varios ingredientes explosivos y venenosos: conflictos anacrónicos, nacionalismos agresivos, así como las nuevas guerras de dominación, que afectan a los civiles, describe el Pontífice.
Mundializar una guerra focalizada en Europa
¿Se puede mundializar una guerra focalizada en Europa? Según la visión del Papa sí, especialmente porque las consecuencias de un desastre nuclear son latentes, por ejemplo, dadas las actividades militares de Rusia en la central nuclear de Zaporiyia, además de los riesgos en aumento para la seguridad energética y alimentaria en países pobres de Asia y África.
En el caso de la central de Zaporiyia, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha denunciado que las fuerzas rusas aumentan el riesgo de una catástrofe nuclear en la región, al utilizar la planta nuclear como escudo, mientras sus tropas lanzan cohetes desde allí hacia lugares cercanos. Igualmente, el embargo del puerto de Odessa ha traído problemas para el abastecimiento de grano para muchos países de África, entre ellos Etiopía.
El uso de la energía atómica con fines bélicos es «inmoral», al igual que la «posesión» de armas nucleares. Papa Francisco (Hiroshima 24.11.2019)
El catecismo y la posesión de armas nucleares
El pontífice ha denunciado también que poseer armas nucleares “es inmoral”. Francisco desea introducir la condena de "la posesión y uso" de armas nucleares dentro del catecismo, según indicó en el vuelo de regreso de Japón donde visitó Nagasaki e Hiroshima, dos ciudades víctimas de la bomba atómica (26.11.2019).
Al contrario, de lo que se pueda suponer, el Papa no contradice la teoría de la disuasión nuclear válida en el periodo de la Guerra Fría que Juan Pablo II valoró en 1982 así:
Esas palabras se enmarcan en la búsqueda de una solución pacífica entre la vieja URSS y Estados Unidos; y en el consiguiente Tratado INF (tratado sobre armas nucleares de mediano alcance) firmado en 1987 por Reagan y Gorbachov. Tratado que se rompió oficialmente en agosto 2019. El Papa ha rechazado actual "equilibrio del terror".
“La posesión (de armas nucleares) conduce fácilmente a la amenaza de su uso, convirtiéndose en una especie de «chantaje» Papa Francisco 21.06.2022.
El Papa y el reencuentro con Kirill
Ahora, la invasión de Rusa en territorio de Ucrania, de hecho, revive la posibilidad de una guerra atómica; y urge la necesidad de impulsar el Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares (2017).
En este contexto, el papa Francisco esperaba también reencontrarse en "territorio neutro" con el patriarca Kirill; con motivo del congreso que tendrá lugar en Kazajistán (14-15 de septiembre).
El Patriarcado de Moscú ya ha declinado esa invitación. La Santa Sede no cierra la puerta a otro posible encuentro, tras el ocurrido en 2016 en Cuba.
No obstante, desde Nur-Sultan (capital de Kazajistán), el Papa hablará del papel de las religiones para placar las consecuencias de una Tercera Guerra Mundial, poner freno a la carrera armamentista, y sus palabras, probablemente, lleguen hasta Moscú y toda Europa.
«Hay países cristianos o al menos de cultura cristiana, como los países europeos( …) que hablan de paz y viven de las armas, eso se llama hipocresía». Papa Francisco 27/11/19
Prohibición de las Armas Nucleares
El Papa considera el armamentismo y las armas nucleares como un pasivo costoso y peligroso. Representan un «multiplicador de riesgos» que sólo proporciona la ilusión de una «especie de paz». Además considera que son recursos económicos que acabarían con el hambre de muchos países del sur del mundo.
Respecto al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, es el primer acuerdo multilateral aplicable, desde 2017, a escala mundial que prohíbe íntegramente las armas nucleares. Pero tiene un problema concreto de aplicación entre las naciones que tienen esa tecnología y posibilidad.
Caber recordar quela Santa Sede firmó el 20 de septiembre de 2017 el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares; y en diversos discursos e intervenciones por parte de los delegados de la Santa Sede y pontificios se hace presión para que los países tomen mayor conciencia sobre las consecuencias de una catástrofe atómica.