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La Fageda es una empresa social con sabor a yogur y esperanza. Su objetivo es dignificar la vida de personas con discapacidad intelectual, trastornos mentales severos y otros colectivos vulnerables de la comarca La Garrotxa (Girona, España).
¿Cómo? A través del trabajo y la terapia ocupacional. Su fundador, Cristóbal Colón, no ha descubierto las Américas, pero emprendió una aventura encomiable al crear el "trabajo con sentido" para personas con enfermedades mentales.
A estas personas, con tanta dignidad intrínseca como el resto de los humanos, se les ayuda a que puedan trabajar prestando servicios y productos de calidad y con criterios de mercado. Es una forma de acompañar y hacerles crecer. Porque como a todos nos pasa, necesitamos dar sentido a nuestra vida.
Esta es la receta de los ricos yogures de La Fageda que cumple ahora 40 años.
Su fundador, que es psiquiatra, comenzó con 15 enfermos mentales severos y arrancó el proyecto empresarial.
La historia empieza en la España de los 80. Colón cuenta que durante diez años trabajó en varios hospitales e instituciones psiquiátricas con la intención de arrancar a estas personas de la pasividad del patio del manicomio.
Comenzó con la puesta en marcha de centros de laborterapia con el convencimiento de que el trabajo es esencial en el proceso vital de las personas. "Pero la experiencia fue frustrante. La ilusión inicial se desvanecía a los pocos meses, una vez que las personas ya habían decidido salir del patio del manicomio y descubrían que el proyecto de trabajo era falso: lo que producíamos no era útil para nadie", explica este psiquiatra emprendedor.
“La razón última del trabajo es hacer cosas útiles para los demás, de lo contrario es un sin sentido”, comenta.
En 1981, inmerso en dudas sobre las corrientes ideológicas que sustentaban su práctica profesional y sus resultados, decidió cambiar el rumbo de su vida.
Cambio de rumbo en su vida
Había llegado a la conclusión de que sólo se pueden crear puestos de trabajo en una empresa de verdad y sólo se pueden crear puestos de trabajo reales, en una empresa real, huyendo de la laborterapia.
Estaba viendo la miseria y el sinsentido de cientos de personas confinadas en el manicomio. Y se imaginó que eran capaces de crear una empresa en la que poder trabajar y recuperar la dignidad perdida.
Se trataba de poner en marcha un proyecto empresarial con alma, donde todos tuvieran la posibilidad de desarrollar sus potencialidades realizando un trabajo útil, remunerado y hecho en equipo.
“Queremos ser un sólido proyecto social y empresarial que sea un modelo de inspiración para crear valor en la sociedad”.
Comenzó en Olot, produciendo imaginería religiosa. Luego inició otro tipo de actividades, como la jardinería. En 1983 consigue su primer contrato y recibe el encargo de mantener las zonas verdes de la ciudad de Olot. Poco a poco, esta actividad ha ido creciendo.
Actualmente hace el mantenimiento de espacios públicos de distintos ayuntamientos y entidades, así como privados (empresas, obras nuevas y particulares).
También se ubicaron en el parque natural de La Garrotxa, donde disponían de vacas, y se pusieron a producir leche. Entre otros clientes se encontraba Nestlé.
En el año 91, con la cuota láctea de la Unión Europea, se veían obligados a dejar de producir leche, lo que supondría que los empleados dejarían de tener trabajo.
Así que, Colón decidió cambiar el producto siguiendo la premisa de “si la vida te da limones, haz limonada”.
"Si no podemos producir leche haremos yogures", se dijo Colón. Y comenzó la fabricación de un yogur natural de granja, de alta calidad, tan delicioso como solidario. Luego se incorporaron los postres, la mermelada y los helados.
Vacas felices para un yogur excepcional
La explotación cuenta con un total de 140 cabezas adultas de vaca frisona y la certificación de bienestar animal Welfair: espacios amplios para cada uno de los animales, zona para las vacas de cría, sesiones de música clásica, sistema de aspersión de agua para combatir las temperaturas extremas del verano y la garantía de que estas vaquitas felices disponen de su tiempo de pasto al aire libre.
Paro Cero en la población con enfermedad mental
Hoy La Fageda produce casi cien millones de yogures al año y proporciona empleo a más de 400 personas, de las cuales 180 pertenecen a colectivos vulnerables.
La comarca donde se ubica registra un 0% de paro entre la población con discapacidad intelectual y trastorno mental grave. Son personas que quieren y necesitan trabajar. La empresa se ha hecho tan grande que han incorporado a otros colectivos en riesgo de inclusión social como es el de las mujeres maltratadas.
Como no se pueden poner puertas al campo, la cosa no podía quedar ahí. En 2007 se creó el SIL (Servicio de Inserción Laboral), un servicio integral de orientación, acompañamiento y apoyo a la inserción laboral de las personas al mercado de trabajo.
El modelo de La Fageda ha despertado mucho interés entre diferentes grupos de emprendedores sociales, representantes de empresas y organizaciones con responsabilidad social. Por eso Colón decidió crear un servicio de formación para personas interesadas en emprendimiento social.
Han cosechado numerosos premios: "Emprendedor del año" de la revista Emprendedores, Premio Turn the World Outward Award de The Arbinger Institute, de consultoras como EY, el Premio Universidad-Empresa otorgado por el Consejo Social de la Universidad Autónoma de Barcelona, etc.
Un estudio de MERCO (Monitor Empresarial de Reputación Corporativa) que evalúa las empresas españolas más comprometidas y concienciadas durante la pandemia de la COVID-19, sitúa a La Fageda en un segundo puesto entre las empresas del sector alimenticio que mejor han gestionado esta situación. Quedó por detrás de Nestlé y por delante de Campofrío.