«El más alto de Latinoamérica». Así suele considerarse este pesebre gigante ubicado en el cerro Panecillo de Quito (a 3.000 metros sobre el nivel del mar) y que suele cautivar con imágenes de más de 30 metros de altura.
«Para nosotros los ecuatorianos y para los quiteños es algo muy muy especial, porque está considerado como el más alto en Latinoamérica. Las imágenes son grandísimas», dijo Hinostroza a Aleteia.
Una tradición desde 2005
El encendido de este pesebre gigante aconteció el pasado viernes 9 de diciembre y se ha transformado en una tradición desde el año 2005 que da inicio a las festividades por la Navidad, tal cual recordó el propio Municipio de Quito.
«Empezamos con la época navideña. Como es tradicional en la ciudad de Quito, en El Panecillo se ha colocado un Pesebre Gigante y lo hemos encendido, de tal modo que comenzamos con este rito religioso para los que somos católicos: el nacimiento del Niño Jesús. Espero que Él nos dé lo más importante que es vida y salud», expresó el alcalde de Quito, Santiago Guarderas Izquierdo.
Según recordó el portal Quito informa, desde la primera semana de septiembre se inició el traslado de 24 piezas hasta El Panecillo donde se ensamblaron de manera manual las siete imágenes, que fueron levantadas con grúas.
Con respecto a los protagonistas del belén, San José tiene una altura de 38 metros; los reyes magos Baltazar y Gaspar tienen 35 metros, mientras que Melchor 33. Al mismo tiempo, prosigue el portal, el belén está constituido por la estructura de la cuna con el Niño Jesús, la estrella, el buey y el burro de 6 metros de largo.
En tanto, también se aclaró que para iluminar las estructuras del pesebre gigante se utilizan 1200 metros de luces LED.
La Virgen de El Panecillo
«Un verdadero símbolo y un lugar de visita obligada para los turistas», reflexionó hace un tiempo en diálogo con Aleteia Francisco Burbano, un hombre que ha desarrollado una afición por fotografiar a la Virgen de El Panecillo en Quito por varios años.
En efecto, cualquiera que viva o visite la capital de Ecuador se dará cuenta que es inevitable no fotografiar a la Virgen de El Panecillo (imagen inspirada en la Virgen de Legarda).
Se trata de una enorme estatua –símbolo y orgullo de la ciudad- de más de 7.000 piezas (se aprecia desde cualquier punto de Quito) que se destaca por tener alas de ángel y que está ubicada sobre la cima de una colina.
Esta imagen de la Virgen con más 40 metros de alto es la que efectivamente representa a la madre del niño Dios en este espacio que desde estos días de diciembre se transforma en sinónimo de Navidad en Ecuador.
«Despierta el real sentido de la Navidad»
Por último, Hinostroza volvió a reflexionar sobre la importancia de este pesebre gigante.
«El simbolismo de esto es muy grande, amplio y profundo. Vemos que en la cima del cerro Panecillo -tan gloriosa para nosotros, donde está la Virgen de Legarda (o la Virgen del Apocalipsis)- se pone (el pesebre) para que el mundo entero vea que eso es lo que marcó la Historia. Antes de Jesús y después de Jesús. El nacimiento de ese niño marcó y dividió la Historia. Entonces nos da mucho orgullo de que en la ciudad se coloque aquel nacimiento tan grande», expresó.
«Se trata de volver al origen, que es el pesebre, el nacimiento del señor. Con el paso de los años vamos nosotros cambiando un poco las tradiciones y asumimos otras tradiciones en otros. Eso recuerda no solo a la ciudad de Quito, sino que recuerda no solo a la ciudad de Quito sino a todo el Ecuador y a Latinoamérica que el centro de la Navidad es el nacimiento del Niño Jesús. Despierta ese auténtico y real sentido de la Navidad», agregó.