Jesús era el Hijo amado de Dios. No comprendo que haya cristianos que dicen amar y seguir las enseñanzas de Jesús, pero ofenden a su madre. Es un contrasentido.
Para hacer daño y confundir te dicen que los católicos adoramos a la Virgen. No han terminado de comprender que nosotros adoramos solo a Dios.
A María la amamos como un hijo ama a una madre, la honramos por ser la madre de nuestro Salvador y la defendemos como todo buen hijo defiende a su madre.
Antes morir clavado en la cruz, Jesús nos la dejó como madre espiritual, un regalo para toda la humanidad.
Es nuestra Madre del cielo. Por tanto, debemos amarla, honrarla y defender su honor. También podemos acudir a ella en nuestras necesidades.
María en la Biblia
Hay otras verdades bíblicas que debemos conocer.
Los enemigos de nuestra fe te dicen que no acudas a la Virgen porque es bíblico que a Dios se llega solo por Jesús.
Tratando de confundir van a usar una cita bíblica, en un contexto que genera dudas. El versículo que usan está en Juan 14,6:
"Le dice Jesús: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí".
A Dios se va por Jesús, es verdad, lo sabemos. Pero también es cierto que podemos ir a Jesús por María. Es su madre y un hijo nada le negará.
El primer milagro público de Jesús lo hizo "a petición" de su madre. Es una historia que me encanta leer.
Los católicos podemos acudir confiados a María y pedir que interceda por nosotros ante su Hijo.
"Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos".
Una Madre que sabe cómo ayudar
Acude a María en tus necesidades materiales y espirituales.
El papa Francisco recientemente dijo en la audiencia del 11 de junio 2022:
"Los encomiendo a la protección maternal de la Virgen: pueden dirigirse siempre a Ella con confianza, sobre todo en los momentos de cansancio y dificultad, seguros de que, como Madre tiernísima, sabrá presentar a su Hijo Jesús las necesidades y las expectativas de cada uno. La Virgen María es una madre, y como todas las madres sabe cómo vigilar, cómo cubrir, cómo ayudar, cómo estar cerca".
Cada día más católicos levantan sin miedo sus voces en defensa del honor de la Virgen María.
Me puse tan feliz cuando los amigos de @pildorasdefe subieron estas dignas palabras a su cuenta de Twitter:
¡¡¡Bravo!!!
La verdad sobre María
Si te preguntas cuál es la verdad, qué debes creer, recurre a las Sagradas Escrituras y al Catecismo de nuestra Santa Madre Iglesia.
Conocerás la doctrina, lo revelado y lo que debes creer por ser verdad, para que nadie te confunda. Sobre todo, descubrirás estas verdades:
Sabemos que fue preservada del pecado original. Por ello la llamamos "Inmaculada Concepción", título que ella misma se dio en sus apariciones de Lourdes.
- Fue Virgen antes del parto, Virgen durante el parto, Virgen después del parto. Virgen toda su vida terrenal.
- No tuvo más hijos que Jesús. Los hermanos a que se refiere la Biblia está más que estudiado, son familiares cercanos de Jesús, igual que nosotros llamamos hoy "hermano" a algún amigo.
- Los católicos no adoramos a la Virgen, la honramos y amamos.
¿Te animas a estudiar más sobre la Virgen? Lee la Biblia, estudia el Catecismo.
Y mientras estudias el Catecismo, te recomiendo dos libros edificantes sobre la Virgen, que te harán mucho bien:
Las Glorias de María de san Alfonso María de Ligorio.
Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen escrito por san Luis María de Monfort.
Palabras bonitas para la Virgen
Ante tanto odio y desprecios a la Virgen en las redes sociales no he podido evitar darle estos piropos tomados de las letanías.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la misericordia,
Madre de la divina gracia,
Madre de la esperanza,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría.
Nos consuela saber que todo será como ella profetizó en Fátima: "Al final mi Inmaculado Corazón Triunfará".
Recemos:
María, Madre mía, me entrego por completo a ti como tu posesión y propiedad. Haz de mí, por favor, de todo lo que soy y tengo, lo que más te agrade. Permíteme ser un instrumento digno en tus manos inmaculadas y misericordiosas para ofrecer la máxima gloria posible a Dios. Amén.
Me nace del alma exclamar:
¡Viva la Virgen! ¡Viva María!
