El Papa Francisco instó a los jóvenes húngaros a "no conformarse con un celular y unos cuantos amigos", durante un encuentro en el polideportivo 'Papp László' de Budapest, el 29 de abril de 2023, segundo día de su viaje apostólico a Hungría.
El Señor "no hace grandes cosas con personas extraordinarias, sino con personas reales", dijo también a los 11.000 jóvenes presentes en este encuentro. En un ambiente digno de la JMJ, el Papa se mostró particularmente alegre y enérgico, hablando con un tono muy vivo y buscando dialogar con la asamblea.
Después de un breve espectáculo de danza, un estudiante de secundaria de 15 años con ansiedad testificó sobre su "crecimiento persistente" en la fe, en la creencia de que "Jesús murió en la cruz no solo por los genios y por los ganadores de los Juegos Olímpicos, sino que ama infinitamente a todas las personas", porque "la vida de cada uno de nosotros tiene un fin y un sentido".
"La paz es posible"
Una joven de 17 años testificó su alegría por haber recibido la confirmación: "Experimenté el amor infinito de Dios y, desde ese momento, mi vida se convirtió en una gran aventura", relató entre los aplausos de miles. de jóvenes presentes en el estadio.
Un joven greco-católico, hijo de sacerdote, de Ucrania, dio un testimonio muy aplaudido sobre su forma de testimoniar su fe. "Nuestro sentido de misión a menudo se ve adormecido por el hecho de que podemos vivir seguros y en paz, pero debemos ver que a pocos kilómetros de distancia, la guerra y el sufrimiento están a la orden del día", dijo recordó.
"Demostremos que con la fe y la paz podemos superar la disensión", instó, invitando a los jóvenes húngaros a aceptar su fe incluso frente a quienes los consideran "pequeños, impotentes o inadecuados en el mundo adulto".
Una joven de 20 años expresó su alegría por poder estudiar en una universidad católica, donde destaca que "la Iglesia, a través de su implicación en la vida universitaria, acerca a Dios a las generaciones más jóvenes" y "crea oportunidades para redescubrir a Dios en silencio, en medio de los ruidos del mundo".
Hazte grande sirviendo a los demás
"Dios perdona siempre", subrayó el Papa, invitando a los jóvenes a repetir esta frase y no olvidarla. "Él nos levanta de todas nuestras caídas", dijo, inspirándose en el ejemplo de María Magdalena. "¿Qué buscas en la vida? ¿Qué buscas en tu corazón?" preguntó el Papa, invitando a todos a reflexionar en silencio.
"Jesús se alegra de que estemos logrando grandes metas", dijo el Papa Francisco a las nuevas generaciones de este país centroeuropeo. "No nos quiere vagos ni miedosos, no nos quiere callados ni tímidos, nos quiere vivos, activos, protagonistas. Y nunca baja nuestras expectativas", agregó. Y para animarlos con un proverbio húngaro: Aki mer az nyer – "El que se atreve, gana".
Sin embargo, advirtió el pontífice, "no se llega a ser grande superando a los demás, sino rebajándose a los demás; no a expensas de los demás, sino sirviendo a los demás".
En un largo discurso salpicado de varias improvisaciones, el obispo de Roma invitó especialmente a la gente a no "dejar de lado" sus talentos y contentarse con "lo mínimo indispensable para ser feliz: un diploma, un trabajo para ganar dinero, divertirse un poco". Exhortó a los jóvenes en estos términos: "¿Tienes alguna cualidad? ¡Invierte en ella sin miedo! […] ¿Sientes que es bueno amar al Señor, fundar una familia numerosa, ayudar a los necesitados? ¡No pienses que estos son deseos inalcanzables, sino invertidos en las grandes metas de la vida!".
No conformarse con amistades virtuales, pide el Papa
Si bien "hoy todo dice que hay que ser rápidos, eficientes, prácticamente perfectos, como las máquinas", el líder de la Iglesia católica recomendó "encontrar un momento de silencio todos los días" para rezar. Orar, precisó, no es "rumiar tu tristeza" sino "llevar a Jesús todo lo que está pasando en tu mundo interior: los afectos, los miedos, los problemas, las expectativas, los recuerdos, las esperanzas".
El Papa se basó en el ejemplo de Ferenc Liszt (o Franz Liszt por su nombre alemán, 1811-1886), el gran compositor y pianista húngaro, contando que se habían encontrado cuentas de su rosario en su piano, lo que demuestra que estaba rezando mientras componer o tocar. "Hablaba al Señor y a la Santísima Virgen de lo que amaba, y ponía en oración su arte y sus talentos", recordó el Papa.
"La vida es real, no virtual, no pasa en una pantalla, ¡sino en el mundo!", insistió Francisco, alentando a los jóvenes a la acción: "nadie puede ocupar tu lugar en la historia de la Iglesia y del mundo: nadie puede hacer aquello que únicamente tú puedes hacer”.
Finalmente, haciéndose eco de uno de los testimonios de los jóvenes escuchados al inicio del encuentro, el Papa recordó "que a pocos kilómetros de aquí, la guerra y el sufrimiento están a la orden del día", en referencia a la vecina Ucrania.
Luego aconsejó no acostumbrarse a la "seguridad" y la "comodidad", sino a "tomar la vida en la mano para ayudar al mundo a vivir en paz". "Inquietémonos y preguntémonos cada uno de nosotros: ¿qué estoy haciendo por los demás, por la Iglesia, por la sociedad?", concluyó. "Cada uno de ustedes es precioso para Jesús, y también para mí", aseguró el Papa. "Estamos hechos para grandes cosas", concluyó entre fuertes aplausos.
Luego, el Papa se puso una estola roja para el Padre Nuestro, que recitó de pie.