Esta semana la iglesia católica celebra la solemnidad del Corpus Christi. La festividad del Corpus Christi nos invita a salir a la calle, a llevar al Señor por nuestras ciudades, a la vida cotidiana, donde se desarrolla nuestro día a día. Por ello, ¡manos a la obra! Os propongo una actividad para realizar con los niños con motivo de la fiesta del Corpus Christi.
Se trata de una manualidad que se puede hacer en familia y servir de apoyo para hablar a nuestros hijos sobre: ¿qué celebramos el día del Corpus Christi?. También es una actividad preciosa para realizar con los niños de catequesis, explicarles su significado y adornar la parroquia.
Y por supuesto, es además una actividad aprovechable para profesores y colegios. Yo misma guardo un recuerdo especial de la celebración del Corpus Christi por los patios de mi antiguo colegio.
¡Vamos a realizar unas preciosas alfombras de colores para dar Gloria y Alabanza a Nuestro Señor! ¿te animas?
- Necesitamos rollos de papel continuo de color base blanca o neutra. Si queremos un fondo más alegre y colorido podemos comprar en cualquier bazar rollos de manteles de papel desechable de diferentes colores.
- Rotulador negro para marcar las plantillas o dibujar a mano alzada. Si queremos que las alfombras mantengan cierta uniformidad podemos hacer unas plantillas en cartón pluma y de ahí transferirlas a nuestras alfombras. Otra opción es que cada niño dibuje su alfombra: seguro que ingenio no les falta.
- Ahora viene la parte más divertida: ¡imaginación al poder! Podemos decorar las alfombras con toda la creatividad y amor a Dios que queramos.
Implicar a los niños
Aquí entran en juego toda clase de pinturas (ceras, rotuladores, témperas…), tipos diferentes de papeles, pegatinas, telas, cordones, cintas, flores. Cualquier técnica artística es válida, en relación al fin que se persigue: Adorar a Jesús Eucaristía, ¡qué belleza!
Te comparto algunas fotos por si te sirven de inspiración.
Pero la manualidad no queda ahí. En este caso, el cuerpo de Cristo, Eucaristía, por medio de esta actividad, acerca a los niños a una realidad viva y vibrante de la Iglesia. Como nos decía San Pablo en la primera carta a los Corintios, cuerpo y extremidades deben de estar juntos para vivir ¡si no, estamos pérdidos!.
El éxito y buen hacer de la actividad dependerá de que los niños realicen el trabajo unidos entre ellos y a su vez unidos cada vez más a Jesús Eucaristía. La experiencia de unión, de superar personalismos, límites propios y diversidad de opiniones a la hora de hacer la alfombra va mucho más allá de la opinión democrática del grupo sobre de qué color elegir a la hora de pintar.
La experiencia viva es pintar y decorar bajo una verdad común, para que el Rey de Reyes pasee por su alfombra. Estoy segura que el mismo Dios, ante semejante obra de arte y derroche de cariño por parte de sus preferidos, los niños, no cabrá en sí de gozo. Y ellos seguramente no olvidarán la dicha de estar por unas horas pintando en "brazos del Padre".