Cada vez que se acerca el verano recordamos que no comimos bien durante el invierno, que subimos de peso y queremos hacer milagros para bajar esos kilos de más y sentirnos bien.
Las dietas de moda no son las más recomendables porque no se adaptan a las necesidades de cada persona, son generales.
Esto hace que se abandonen pronto y que tarde o temprano se vuelva al peso que tenía antes o incluso más. Por lo tanto lo aconsejable es acudir a un profesional para que enseñe a cambiar hábitos alimentarios que perduren en el tiempo y a reconocer lo que nuestro cuerpo necesita.
Es muy importante aprender a reconocer las señales que nos da nuestro cuerpo durante el día, a percibir el estado interno de nuestro organismo para mantener un sano equilibrio. Atender a esos mensajes y necesidades físicas y emocionales que nos dan es la mejor forma de mantener la salud y alimentarnos saludablemente.
Esto se llama alimentarse aplicando la intuición y el autoconocimiento, para ello debemos conectarnos más con Dios, con nosotros mismos y por supuesto con nuestra intuición. Esto nos ayudará a amarnos más y conocer el gran amor de Dios hacia nosotros. Si nos amamos de verdad, seguramente tomemos mejores decisiones para nuestra salud.
Alimentación aplicando intuición y autoconocimiento
Nosotros somos los que conocemos mejor que nadie nuestras necesidades. Por ejemplo, si sentimos hambre o estamos satisfechos, qué alimentos nos gustan y cuáles no, así como también cuáles sientan mejor y peor. Para ello es necesario conectarnos más con Dios y con nosotros mismos, orar y pedir a Dios que nos ayude en este cambio.
Es muy importante comer de forma consciente, para crear una relación sana con la comida, y para ello es fundamental aprender a escuchar e identificar las señales que nos da nuestro cuerpo.
Herramientas para aplicar la intuición y el autoconocimiento como guía para la salud
-Es muy importante incluir en nuestro día la oración.
-Leer el Catecismo de la Iglesia y las catequesis de San Juan Pablo II acerca de la teología del cuerpo nos ayuda a comprender el valor de cuidar nuestro cuerpo.
-Rechazar la mentalidad de dieta, y enfocarnos en comenzar poco a poco a realizar cambios de hábitos que nos ayudarán a mejorar nuestra alimentación y salud.
-Sentir y respetar las señales de hambre y saciedad, es decir, cuando tenemos hambre comemos (alimentos saludables) y si estamos satisfechos no se come.
-Respetar el cuerpo, quererlo como es y cuidarlo de la mejor manera.
-Reconocer nuestras señales corporales. Una idea que puede ayudar al principio es un diario. En el mismo se va anotando: ¿cómo se siente cada grupo de alimentos que consumo?, ¿de qué forma disfruto más mis comidas?, ¿qué es lo que más me gusta comer?, ¿cuándo me siento mal después de comer?, ¿cómo me siento cuando como apurado?, ¿cuándo tengo menos hambre? y ¿cuándo siento más hambre?, y todo lo que sientas que te ayuda a conocerte mejor.
-Es fundamental buscar espacios de descanso en el día, en la semana y en el mes para hacer hobbies o lo que les guste pero tienen que ser algo que realmente los desconecte del trabajo o estudio.
-Buscar un momento de silencio con uno mismo.