Mochila, camiseta, gorro... Los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa, prevista para principios de agosto, han preparado unos 500.000 kits para los jóvenes peregrinos.
La mochila
El elemento principal del equipo del peregrino es la mochila, que contiene todos los demás elementos. Puede ser roja o verde para los peregrinos y amarilla para los voluntarios, para facilitar su identificación. Además, se ha confeccionado una mochila blanca para el Papa Francisco, que fue el primero en recibir el kit el 22 de junio, de manos del obispo auxiliar de la capital portuguesa, monseñor Américo Aguiar, presidente de la Fundación JMJ de Lisboa y futuro cardenal. La bolsa también puede plegarse para convertirse en un bolso más pequeño.
Camiseta
El kit del peregrino incluirá también una camiseta roja o verde con el logotipo de la JMJ, que es una cruz inspirada en el tema «María se levantó y se fue deprisa» (Lc 1,39). Los voluntarios dispondrán de cuatro camisetas amarillas con la palabra «voluntario». Todos los componentes textiles del kit están certificados «OEKO-TEX® Standard 100», lo que significa que no se han utilizado productos químicos nocivos durante su fabricación.
Sombrero
Para proteger a los peregrinos del sol, también se incluirá en la bolsa un sombrero blanco tipo «panamá» con el logotipo de la JMJ. En el kit de los voluntarios, el sombrero es verde. Las previsiones meteorológicas para Lisboa durante la semana de la JMJ son muy soleadas, pero no abrasadoras, con temperaturas que oscilarán entre los 17 y los 29 grados.
Botella de agua
En consonancia con el compromiso de los organizadores de la JMJ con el medio ambiente, el kit del peregrino y del voluntario incluye una botella de agua azul reutilizable para ayudar a los peregrinos a evitar la compra de botellas de plástico desechables. En la aplicación de la JMJ, los peregrinos también podrán calcular su huella de carbono.
Rosario
Todas las bolsas incluirán un rosario de madera para «promover momentos de oración entre los jóvenes de todo el mundo», explican los organizadores. Incluso los voluntarios que sirvan en el evento llevarán un rosario en su bolsa para que puedan tomarse un tiempo para rezar.
Cinta para el distintivo
Todas las bolsas llevarán también una cinta con mosquetón para que los peregrinos puedan fijar su tarjeta de identificación. La cinta llevará los colores y el logotipo de la JMJ en las cinco lenguas oficiales del encuentro: portugués, inglés, francés, español e italiano.
Trabajo en equipo
Del 1 al 14 de julio, cientos de voluntarios se reunieron en un almacén de Setúbal, ciudad situada a unos cincuenta kilómetros de Lisboa, para ensamblar unos 500.000 kits de peregrino y 35.000 kits de voluntario. Personas de todas las edades y procedencias eclesiales se organizaron en una cadena de montaje para incluir cada uno de los artículos en la bolsa. Mons. Américo Aguiar, Presidente de la Fundación JMJ, también se unió al esfuerzo.
«Es una experiencia muy buena, es muy bueno ayudar a los demás, saber que nuestro trabajo contribuirá a alguien», declaró a la agencia de noticias portuguesa Agência Lusa uno de los voluntarios, Sidney Mendonça, de 19 años. «Aquí tenemos una mano de obra feliz y fácil, porque cada vez hay más generosidad. Y tal vez, a medida que se acerca la fecha (de la JMJ), esta generosidad se duplica», declaró a la agencia Vasco Condado, padre de cinco hijos que también acogerá a los peregrinos en su casa durante esos días.
Contactada por Aleteia, la organización de la JMJ explicó que todos los componentes del kit habían sido comprados a empresas portuguesas, con el fin de estimular la economía nacional.