La Iglesia católica celebra la memoria litúrgica del Padre Pío el 23 de septiembre. Este santo italiano, canonizado en 2002 por otro gran santo -Juan Pablo II- nos dejó incontables enseñanzas, oraciones y anécdotas que nos hacen sorprendernos de su santidad y de los milagros que Dios obró a través de él.
Así como preparamos con anticipación el festejo familiar de fechas importantes, como podría ser un cumpleaños o un aniversario, las fiestas litúrgicas son también una ocasión a tener presente. Aquí algunas maneras de celebrar este día.
1Confesión
El Padre Pío fue un gran confesor. Hombres y mujeres de diferentes partes del mundo acudían hasta San Giovanni Rotondo para confesarse con este santo que pasaba entre 15 y 19 horas en los confesionarios.
San Juan Pablo II dijo durante su misa de canonización que:
“El Padre Pío fue generoso dispensador de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos a través de la acogida, de la dirección espiritual y especialmente de la administración del sacramento de la penitencia”.
¡Qué mejor forma de recordarlo que acudiendo a confesarse! Esta puede ser una oportunidad para hacer un profundo análisis de conciencia que generalmente no se hace los domingos.
2Oración a San Miguel Arcángel
Las vidas y testimonios de los santos encierran una gran sabiduría para los creyentes. Su camino de fe es una excelente lección que puede ayudarnos a ir hacia Cristo. En el caso de San Pío, una parte importante en su vida de fe fue la devoción a San Miguel Arcángel.
Sabemos que él es un poderoso protector contra el demonio y sus influencias. Podemos dedicar unos minutos del día a pedir su protección.
3Conoce su vida
Las vidas de los santos invariablemente nos van a inspirar a buscar nosotros también la santidad. No importa si es a través de un libro, artículo en internet, podcast o una película; si abrimos el corazón, es un hecho que terminaremos con una fe fortalecida.
4Cuenta historias
Las historias, nuestros cerebros, activan zonas importantes y despiertan nuestro interés. Para presentarles la vida de este heroico fraile capuchino a los hijos puedes contarles una de las muchas historias que existen sobre sus milagros.
Además de ser más atractivo que ver un documental, por ejemplo, tendrán la posibilidad de participar con sus preguntas y comentarios, lo cual puede llevar a un momento de convivencia familiar espontáneo y agradable.
5Oración propia
Cada familia forma sus propias tradiciones a través del tiempo. Comúnmente tenemos una receta propia y decoraciones hechas por nosotros mismos. ¿Por qué no tener también una oración de su autoría?
Padres e hijos pueden reunirse para aportar sus ideas: agradecimientos, alabanza, peticiones… lo que cada uno tenga en su corazón. Pueden escribirla y colocarla en un espacio que esté a la vista de todos para que sea fácil consultarla y rezarla frecuentemente.
No olviden orar con alguna de las oraciones que este santo dejó.
6Intercede tú también
Acudimos a los santos para pedir que intercedan por nuestras necesidades, y a pesar de que su intercesión es muy especial, ellos no son los únicos que pueden dirigirse a Dios para pedir por un hermano.
Pueden reunirse como familia y pensar en quién es la persona que más necesita de su oración dentro de la familia extendida, trabajo, escuela, comunidad o vecindario. Una vez que los tengan identificados, cada quien puede elegir una persona por la que orará u ofrecerá algo durante el día o la semana. Los cristianos estamos llamados a servir y pensar en el otro.
¿Y por qué hacer todo esto en familia y no de manera individual? Porque la familia es la primera comunidad a la que se pertenece, es la célula básica de la sociedad y el Evangelio de San Mateo nos dice que “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20).