José y Victoria Ulma y sus siete hijos fueron beatificados en Markowa, Polonia, el domingo 10 de septiembre de 2023. Durante la Segunda Guerra Mundial, en la ocupación alemana, esta familia polaca escondió a ocho judíos en su casa. El 24 de marzo de 1944, finalmente fueron descubiertos y fusilados por los nazis.
Como declaró monseñor Stanisław Gądecki, presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, la decisión de José y Victoria Ulma de acoger a los judíos no fue el resultado de una reflexión apresurada «sino el resultado de la lectura de la Palabra de Dios, que formó sus corazones y sus mentes, y de ahí su actitud hacia el prójimo».
Es conmovedor saber que en la casa de la familia Ulma se encontró una Biblia con solo dos pasajes subrayados. ¿Cuáles son?
Los dos pasajes
Fue el cardenal Marcello Semeraro quien citó los textos durante la misa de beatificación de la familia Ulma.
La parábola del buen samaritano:
«Un samaritano que iba de camino se le acercó; lo vio y se sintió invadido por la compasión. Vino y vendó sus heridas, echando sobre ellas aceite y vino; luego lo cargó en su propio caballo, lo llevó a una posada y cuidó de él» ( Lc 10, 33-34 ).
Y la invitación de Jesús a amar a tus enemigos:
«Porque si amas a los que te aman, ¿qué recompensa mereces?» (Mt 5, 46)
Acoger a los más necesitados
Es interesante observar que el matrimonio Ulma prestó especial atención a estos dos pasajes, y esto adquiere hoy un significado elocuente a la luz de su historia. Estos dos pasajes del Evangelio llaman a la acogida de los más necesitados y al amor cristiano que nos anima a amar también a nuestros enemigos.
Junto a la parábola del buen samaritano, José y Victoria escribieron en rojo un significativo «sí», como si fuera un «sí» a la voluntad de Dios de ayudar a las personas vulnerables, como lo había hecho el buen samaritano del Evangelio. Por su gesto generoso hacia estos ocho judíos a quienes acogieron, los miembros de la familia Ulma son llamados hoy en día los “Samaritanos de Markowa”.