Siobhan Fallon Hogan es esa clase de actriz cuyo rostro nos suena, nos resulta familiar, pero no logramos ubicarlo. Tal vez porque hasta ahora sus papeles, aunque sólidos, solían ser los de actriz secundaria en comedias norteamericanas y en algunos filmes de Lars von Trier. Eso ha cambiado desde que forma equipo con la cineasta danesa Vibeke Muasya. Juntas han rodado dos películas: Rushed (disponible en varias plataformas con el título La furia de una madre) y Shelter in Solitude (estrenada este mes en salas de Estados Unidos), escritas, producidas y protagonizadas por Fallon y dirigidas por Muasya.
En ambas, la actriz demuestra su vertiente religiosa y su versatilidad al combinar drama y comedia en sus personajes. "Mi fe católica lo es todo para mí", admitió en una entrevista con el corresponsal K. V. Turley para National Catholic Register. Dice que, cuando se puso a escribir los guiones, le pidió ayuda a Dios para difundir su palabra en esos textos. De hecho, las dos películas incluyen conceptos como el perdón, la bondad y la redención.
Rushed: la gama de emociones de una madre inquieta
En La furia de una madre asistimos a la situación tensa y dramática que atraviesa Barbara O’Brien, una mujer católica irlandesa residente en Estados Unidos, casada con un buen tipo (a quien interpreta el mítico Robert Patrick) y madre de cuatro hijos. El mayor ya asiste a la universidad y será la víctima de las novatadas brutales a las que los veteranos someten a los nuevos alumnos.
Desde el principio de la película, en el que ella sabe que el muchacho sale de noche (y por tanto le cuesta conciliar el sueño, comida por las preocupaciones), hasta el final, despliega una gama de emociones propia de la maternidad. Es decir, la vigilia, la preocupación constante, la incertidumbre… Y, cuando todo cambia, la tristeza, la autocompasión, la ira, la sed de justicia…
Siobhan Fallon demuestra en este filme modesto que las madres (y los padres) atraviesan a menudo varios infiernos mientras sus hijos están fuera de casa. Barbara se levanta muy temprano porque no puede dormir. Reza el rosario mientras prepara el desayuno para los restantes miembros de la familia. Vela por ellos. Acude a la iglesia. Cuando la tragedia se ceba con el hijo mayor, la película da un giro: en el cine de estas características suele ser el padre quien toma el control en busca de justicia y venganza. Aquí, en cambio, es la madre. Una madre católica que suelta tacos y que está obsesionada con resolver el problema, con terminar con la crueldad de los muchachos y hacer lo correcto. El largometraje es abundante en iconografía religiosa: aparecen rosarios, crucifijos, capillas, esculturas de la Virgen…
Shelter in Solitude: simbolismo cristiano
Aunque esta película aún no ha llegado a salas españolas ni a plataformas de streaming y, por tanto, no la hemos visto, podemos dar algunas pinceladas. La actriz declaraba a la publicación antes mencionada que está llena de simbolismo cristiano. Premiada por su trabajo como actriz en el Boston International Film Festival, cuenta la historia de Val, una cantante de country y aspirante a guardia de prisiones que conoce a un recluso a quien le quedan diez días de vida en el corredor de la muerte. Ambientada a principios de 2020, incluye los problemas de una ciudad pequeña durante la pandemia de covid.
En esta segunda ocasión, la actriz y la directora han vuelto a contar con la participación de Robert Patrick. Pero también varios miembros de la familia de Siobhan (su marido, algunos hijos) participan en las dos películas. Al final todo queda en casa. Mientras esperamos a que alguien distribuya Shelter in Solitude (algo así como "Refugio en soledad"), podemos disfrutar de la conmovedora interpretación de Fallon Hogan en Rushed (o La furia de una madre).