Desde el ataque de Hamás en suelo israelí el 7 de octubre, el flujo de información que nos llega cada día es suficiente para sacudir incluso a las almas más fuertes. La amenaza terrorista, el miedo a que el conflicto se amplíe, estos miles de vidas en espera, rehenes o refugiados, a causa de la locura de los hombres... todo esto contribuye a crear un clima de miedo y desconfianza. Pero la lectura de los textos de Teresa, iluminada por las palabras del Papa Francisco, nos invita a elegir un camino distinto al del miedo: la confianza y el abandono cotidiano en los brazos de Dios. No solo para nuestra propia santificación, sino para transformar los aspectos concretos de nuestra existencia.
"La confianza que promueve Teresa (...) tiene un sentido integral que abarca la totalidad de la existencia concreta y se aplica a toda nuestra vida, donde a menudo nos invaden los miedos, el deseo de seguridad humana, la necesidad de controlarlo todo. De ahí la invitación a una santa 'entrega'", escribe el Papa. ¿Por qué nos interesa dejarnos ganar por este "santo abandono"? La respuesta del Papa, citando a Teresa:
"La confianza plena, que se convierte en abandono en el Amor, nos libera de cálculos obsesivos, de preocupaciones constantes por el futuro, de miedos que quitan la paz. En sus últimos días, Teresa insistió en este punto: 'Nosotros, que corremos por el camino del Amor, creo que no debemos pensar en lo que nos pueda suceder en el futuro, porque entonces nos faltará ese amor de confianza'. Si estamos en manos de un Padre que nos ama sin límites, esto será así en todas las circunstancias, saldremos adelante pase lo que pase y, de una forma u otra, su plan de amor y de plenitud se realizará en nuestra vida" ( Es Confianza , 24).
Para Santa Teresa, es la confianza en Dios, en su amor, en su misericordia y en su omnipotencia, lo que verdaderamente nos libera del miedo. "Es la confianza la que nos permite poner en las manos de Dios lo que solo Él puede hacer", subraya el Papa Francisco. Es la confianza, también, la que debe sostenernos en estos días agitados. En otras palabras, Dios me ama, pase lo que pase. Mejor aún, Dios me ama, y me da la gracia de amar a los demás y de buscar el bien de mis hermanos y hermanas, porque, como decía Teresa, "es la confianza y nada más que la confianza lo que debe llevarnos al Amor".
Oración del Papa a Teresa para confiar en Dios
Querida Santa Teresa,
La Iglesia necesita hacer brillar
el color, la fragancia, la alegría del Evangelio.
Envíanos tus rosas.
Ayúdanos a confiar siempre
como tú lo has hecho
en el gran amor que Dios nos tiene
para que imitemos cada día
tu caminito de santidad.
Amén.