El santo mexicano Rafael Guizar destacó en vida por su inmensa entrega a la evangelización, con una especial predilección por los pobres o desfavorecidos. Por esto y su gran popularidad como "misionero incansable" fue invitado a diferentes países como Guatemala, Colombia, Cuba y Estados Unidos.
En su misión en Cuba (1917) adoptó el nombre de padre Ruiz y predicó durante seis días frente a mil 200 presos a pesar de su condición de salud. Mons. Enrique Pérez Serantes, obispo de Camagüey contaba de él:
«Durante las misiones en Cuba, misionaba todo el día, desde tocar las campanas, predicar, enseñar el catecismo, confesar, repartir invitaciones, visitar enfermos, tocar y cantar. Él lo hacía todo. Comía poquísimo y no dormía mucho».
Descubre los frutos que dejó su trabajo con los presos de Cuba en este video.