La mayoría de las personas recuerdan a Jacob por haber cambiado la primogenitura con su hermano Esaú por un plato de lentejas (Gen 25, 29-34); también es conocido por haber tenido 12 hijos varones que formaron las tribus de Israel, sin embargo, muchas personas ignoran que Jacob tuvo una hija llamada Dina.
"Después tuvo una hija y le puso el nombre de Dina".
Dina, que en hebreo significa justicia, fue la hija de su primera esposa, Lía y es la última de los siete hijos que ella dio a Jacob. Aunque es muy breve su mención en la Biblia, forma parte de un suceso importante en la historia del Génesis.
La violación de la hija de Jacob
Dina era una mujer llena de curiosidad que quería conocer a más mujeres, pues en su entorno familiar predominaban los hombres. Un día, al caminar por las calles de la Ciudad de Siquén, en Canaán, el príncipe de esta tierra, la vio, la tomó y se acostó con ella. (Gen 34, 2).
El príncipe Siquén quedó enamorado de Dina y solicitó a su padre, Jamor, que acudiera con Jacob a pedir su mano. Pero, cuando los hijos de Jacob escucharon lo sucedido, se llenaron de indignación y rencor, provocando un escándalo. El príncipe intentó hablar con ellos diciendo:
"Concédanme su confianza y les daré cuanto me pidan. Impónganme una alta dote, exijan regalos; les daré lo que me pidan, pero denme a esa muchacha por mujer".
Entre los cananeos, tomar a la mujer que le gustaba -sin estar casados- era muy común. Si la mujer estaba sola y sin la protección del padre, se acostaban con ella y después pedían permiso. Pero para el pueblo de Israel, el acto sexual fuera del matrimonio era una gran ofensa a Dios.
Los hermanos de Dina, llenos de ira, engañaron al príncipe respondiendo que ella no se podía casar con un hombre que no tuviera la circuncisión, por lo pusieron como requisito que él y todo su pueblo se la realizara antes de que ambos pudieran casarse.
El joven príncipe realizó la circuncisión con premura porque estaba muy enamorado de Dina; después, hizo un comunicado a su pueblo para pedirles que, por lealtad, se circuncidaran para que él pudiera contraer nupcias con la hija de Jacob. Y el pueblo así lo hizo.
Al tercer día, momento en que procedimiento produce más dolor, Simeón y Leví entraron a la ciudad con una espada en las manos y mataron a todos los varones, acuchillaron a Siquén y su padre y tomaron a Dina. Los demás hermanos saquearon la ciudad, lo que causó destrozos y el enojo de Jacob.
El pueblo de Israel tuvo que marcharse de aquella tierra porque temían ser atacados por otras tribus debido a la violencia causada al defender el honor de su hermana y su familia.