La esperanza es como una niña pequeña interior que nos arrastra con fuerza hacia adelante, pero depende de nosotros cuidarla. ¿Cómo alimentarla? El vicario general de la diócesis de Terrassa, Fidel Catalán, propuso incorporar estas 5 claves para vivir con más esperanza en una conferencia este martes en La Seu d’Urgell (España).
1Leer la Palabra de Dios
En un mundo de tantas incertidumbres en el que nos alejamos de Dios y nos volvemos más individualistas, consumistas y superficiales, necesitamos el advenimiento de la justicia de Dios. Su Palabra es viva y eficaz. Leer el Evangelio alimenta nuestro corazón. En Adviento quizás todavía más, con las lecturas que la Iglesia propone…
Deja que la Biblia resuene en tu interior desde la clave de la esperanza. Pregúntate: ¿Qué me dice hoy el Evangelio para mantener la esperanza? Y verás, ¡Dios actúa!
2Sentirnos parroquia
Acude a este lugar de encuentro, de arraigo. En la iglesia recibimos el agua viva, como cuando el agua bendita pasa de mano en mano. Zubiri decía que a las personas se las conoce por lo que celebran, y la parroquia es un lugar de grandes celebraciones.
3dedicar tiempo a la familia
La familia es la Iglesia doméstica en la que se transmite la fe y se comparten vivencias de generación en generación. Comparte experiencias con tu familia, como montar juntos el pesebre, dar espacio a la Virgen en la oración,…
4dar sentido a la monotonía
Se trata de dar sentido a lo que hacemos cada día desde la esperanza que nos hace movernos. Observar, disfrutar, ser sensible a la realidad puede parecer aburrido pero es lo que nos da solidez. Y es en la oración donde tomamos conciencia de que la monotonía del día a día está sostenida por Dios.
5practicar la caridad
No ser insensibles a lo que pasa a nuestro alrededor aumenta también nuestra esperanza. Puedes participar en colectas puntuales, ofrecer una ayuda permanente…
Catalán invitó a buscar seguridades, no en incertidumbres que solo llevan a sensaciones, sino en certezas que llevan a convicciones.
La esperanza según Péguy
Además, habló de cómo entendía la esperanza Charles Péguy. Para este intelectual francés, la esperanza nace de la imitación de Jesús, y la infancia es un momento privilegiado para encontrarnos con Él.
En su libro El pórtico del misterio de la segunda virtud, Péguy ofrece una poética imagen de la virtud teologal de la esperanza:
"La pequeña esperanza avanza entre sus dos hermanas mayores y no se la tiene en cuenta (···)
Es ella, esta pequeña, quien lo arrastra todo.
Porque la fe no ve sino lo que es.Y ella ve lo que será.
La caridad no ama sino lo que es.
Y ella, ella ama lo que será (···)
Es ella la que hace caminar a las otras dos.
Y las arrastra.
Y hace caminar a todos".