Mientras la Iglesia católica celebra el primer domingo de Adviento, el 3 de diciembre de 2023, el Papa Francisco ha exhortado a los fieles a preparar "cuidadosamente" sus corazones para estar listos para la Navidad, la fiesta del nacimiento de Jesús. El Pontífice, que cumplirá 87 años el 17 de diciembre, permitió de nuevo que un prelado pronunciara su catequesis, confiando en que su salud mejoraba pero que su voz aún no se lo permitía.
Como la semana pasada, el Papa Francisco no se asomó a la ventana del Palacio Apostólico para recitar el Ángelus ante los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro. "Para no exponerse a variaciones de temperatura, el Papa Francisco recitará […] el Ángelus desde la residencia de Santa Marta", explicó el sábado el Vaticano, asegurando que el Papa no tenía fiebre y que su estado de salud mejoraba.
El Papa, que canceló su participación en la COP28 de Dubai a causa de su bronquitis infecciosa, apareció debilitado en las imágenes retransmitidas en directo por los medios vaticanos. Dejó la lectura de sus catequesis y llamamientos a monseñor Paolo Braida, pero recitó la oración mariana.
Oración y caridad
"Velar significa tener el corazón preparado", explicó el Papa -a través de la voz de monseñor Braida- en su breve catequesis de este primer domingo de Adviento, el periodo de 4 semanas durante el cual los fieles se preparan interiormente para celebrar la Navidad.
"Estamos preparando cuidadosamente la casa del corazón, para que sea ordenada y acogedora", dijo el Pontífice. Según él, esta preparación para vigilar y acoger "al Señor" implica "oración" y "caridad", "dos preparativos que, por así decirlo, lo tranquilizan".
Contando la historia de san Martín de Tours, el soldado romano del siglo IV que, según la tradición, dio la mitad de su capa a un pobre y después soñó con Jesús en esa mitad de su manto, el Papa Francisco propuso este programa:
Encontrar a Jesús que viene a cada hermano y hermana que nos necesita, y compartir con ellos lo que podemos: escucha, tiempo, ayuda concreta".
Para concluir, el Papa pidió a los fieles que "no se dejen distraer por tantas cosas inútiles" y que "no se quejen todo el tiempo", sino que mantengan el corazón "vigilante" e "impaciente por encontrar a Jesús".