Cada vez se acerca más el nacimiento del Niño Dios, por eso nos estamos preparando con el Adviento, porque no debe ser una Navidad más la que celebremos, sino una muy especial porque vendrá el Salvador del mundo.
Hacer oración en familia será la mejor forma de adentrarnos en este hermoso misterio que se repite cada año. Si no tenemos costumbre de reunirnos, es el momento de comenzar a hacerlo, solo Dios sabe cuánto bien nos hace rezar juntos, unos por otros. Aprovechemos esta oportunidad.
Segundo domingo de Adviento
La alianza con Noé.
Para empezar:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Se enciende la vela del domingo anterior, recordando que existía un poco de luz por la promesa del Salvador, a pesar del pecado de Adán y Eva.
(Se apagan las luces, un lector toma la Biblia y lee Génesis capítulos 7 y 8. Luego la siguiente explicación):
En la historia de Noé, se ve cómo el pecado se fue extendiendo en el mundo, mientras los hombres se olvidaban cada vez más de su amor y mandamientos. El arca de Noé nos recuerda el deseo de Dios de salvar a los hombres. El arcoiris es el símbolo que nos recuerda el amor de Dios hacia los hombres.
Vela
Se enciende la segunda vela, que es la vela de la promesa de Navidad, de la promesa de la venida del Salvador.
Oración
Te pedimos que nos ayudes a no alejarnos de Ti por las cosas materiales, las prisas, los regalos. Te pedimos que nos ayudes a vivir cerca de Ti estos días y siempre.
Reflexión
Se hacen algunas preguntas relacionadas con la lectura del Génesis y del Arca de Noé.
Luego pensamos: en la familia ¿qué nos está alejando de Dios en estos momentos? ¿A qué le estamos dando mayor importancia en nuestra vida?
Propósitos
Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia puede compartir cuáles son sus propósitos para mejorar en la semana.
Para terminar
Te damos gracias, Señor, por mandarnos a tu Hijo a salvarnos y te pedimos ayuda para preparar nuestro corazón para su venida. Amén.
Cantar: "Vienen con alegría" o un canto parecido.