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"Es posible bendecir a las parejas en situación irregular y a las parejas del mismo sexo", anunció el Dicasterio para la Doctrina de la Fe en una declaración doctrinal aprobada por el Papa Francisco el 18 de diciembre de 2023. Sin embargo, esta bendición no debe ritualizarse e imitar el matrimonio cristiano, que sigue siendo entre un hombre y una mujer. El texto no pretende legitimar las uniones irregulares a los ojos de la Iglesia, sino proponer una "caridad pastoral".
El texto de 9 páginas titulado Fiducia suplicans sobre el significado pastoral de las bendiciones es una "declaración", un documento de gran valor doctrinal - el último de los cuales data del año 2000. En una breve introducción, el nuevo Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández, reconoce la aportación "innovadora" de este documento. En marzo de 2021, este mismo dicasterio había explicado que no era posible conceder la bendición a parejas homosexuales ni a nadie que mantuviera relaciones sexuales fuera del matrimonio, es decir, "fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer que están en sí mismos abiertos a la transmisión de la vida".
Respondiendo a "la visión pastoral del Papa Francisco", el comunicado explica que es necesario "ampliar" y "enriquecer" el significado que comúnmente se da a la palabra "bendición", antes reservada al ámbito litúrgico. "Desde un punto de vista estrictamente litúrgico, la bendición requiere que lo que se bendice sea conforme a la voluntad de Dios expresada en las enseñanzas de la Iglesia", reconoce el prefecto, que ve en este "punto de vista" el "riesgo de reducir el significado de las bendiciones".
"El Papa Francisco nos ha exhortado a no perder la caridad pastoral que debe impregnar todas nuestras decisiones y actitudes, y a evitar convertirnos en jueces que no hacen más que rechazar, rechazar y excluir", argumenta el prefecto argentino. A su juicio, la Iglesia debe evitar basar su "praxis pastoral en la fijeza de ciertos esquemas doctrinales o disciplinares, sobre todo cuando dan lugar a un elitismo narcisista y autoritario". En consecuencia, "cuando las personas invocan una bendición, no se debe hacer un análisis moral exhaustivo como condición previa para conceder esa bendición". E insiste: "no se les debe exigir una perfección moral previa".
"No pretendemos legitimar nada"
En este sentido, "es posible bendecir a las parejas en situación irregular y a las parejas del mismo sexo, en una forma que no tiene que ser fijada ritualmente por las autoridades eclesiásticas, para no crear confusión con la bendición propia del sacramento del matrimonio". Aunque no está ritualizada, esta bendición "ofrece a las personas un medio para aumentar su confianza en Dios".
La declaración da algunas pautas para estas bendiciones, que no deben dar lugar a "confusión" ni "escándalo". "Esta bendición nunca debe realizarse al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni siquiera en relación con ellos", afirma. El dicasterio también advierte de que estas bendiciones no pueden realizarse "con ropas, gestos o palabras propias del matrimonio". "Con estas bendiciones […] no se pretende legitimar nada, sino simplemente abrir la propia vida a Dios, pidiendo su ayuda para vivir mejor", insiste.
"En la breve oración que puede preceder a esta bendición espontánea, el [sacerdote] podría pedir paz, salud, espíritu de paciencia, diálogo y ayuda mutua, pero también la luz y la fuerza de Dios para poder cumplir plenamente su voluntad", sugiere el Vaticano, sin querer codificar la oración. Roma aclara también que no hay que esperar "ulteriores respuestas sobre posibles disposiciones para regular los detalles".
El debate sobre la bendición de parejas del mismo sexo agita a la Iglesia
La cuestión de si la Iglesia puede o no autorizar la bendición de parejas del mismo sexo se debate con regularidad. En marzo de 2021, Roma reiteró la prohibición de tales bendiciones en un texto muy firme, causando malestar incluso dentro del Vaticano. El Papa Francisco, que había aprobado oficialmente el documento, dejó claro su descontento con el tono del texto, que procedía de la Doctrina de la Fe, dirigida en aquel momento por el cardenal jesuita español Luis Ladaria Ferrer.
En septiembre de 2022, los obispos flamencos publicaron una declaración en la que preveían una oración por las parejas del mismo sexo que podría asemejarse a una forma de bendición. En concreto, preveían un momento en el que "las dos personas implicadas […] expresan su compromiso mutuo ante Dios". Pero, precisaron, se trata simplemente de una oración, y no de un intento de ofrecer a las parejas del mismo sexo un equivalente del "matrimonio sacramental".
Por su parte, los obispos alemanes concluyeron su "viaje sinodal" de marzo de 2023 votando a favor de la bendición de las "parejas de enamorados", incluidas las homosexuales. El texto no hacía más que reconocer un estado de cosas, puesto que las parejas del mismo sexo ya son bendecidas en Alemania a pesar de las reticencias de Roma.
El pasado octubre, el Papa Francisco dejó la puerta abierta a "formas de bendición" de parejas del mismo sexo, siempre que vayan acompañadas de "prudencia pastoral" y no transmitan "una concepción equívoca del matrimonio". En su respuesta a las dudas expresadas por los cardenales conservadores, pidió a las conferencias episcopales que no establecieran una norma general al respecto.